Ford Mustang GT propulsado por GPL

Resulta difícil asociar las palabras Ford Mustang y “poco contaminante” en la misma frase. Hablamos de un coupé deportivo americano que ya tiene muchas décadas en su haber y que jamás se concibió para ser medianamente ecológico sino para ofrecer al conductor una experiencia deportiva en todos los sentidos. Con el tiempo, diversos preparadores han trabajado en el Mustang para compaginar de alguna forma estas sensaciones con una contaminación y consumos controlados, incluso fuera de la utilización tradicional de gasolina.

Un grupo germano de defensor de las energías alternativas y el distribuidor tuning Rollin on Chrome han estado trabajando para ofrecer un Mustang GT para que funcione utilizando gas de petróleo licuado (GPL). Todo ello sin perder su precisa potencia de 300 CV y mejorando sustancialmente las emisiones contaminantes. Concretamente, a igualdad de condiciones produce un 20% menos de CO₂ que la gasolina y nada menos que un 95% menos de óxidos nitrosos NOx que un motor diésel actual. Si obviamos la dificultad de repostar GPL, parece un excelente alternativa a un Mustang convencional.

Ciertamente tampoco estamos ante un Mustang GT típico, pues la Rollin on Chrome ha aportado ciertos cambios que mejoran sustancialmente tanto la estética como el movimiento. Han aplicado una restructuración de la carrocería, denominada por ellos como 3D Carbon, con fibra de carbono para aligerar el peso del conjunto así como unas nuevas llantas de aleación de 22” y un alerón ultraligero. El pintado en color verde “natural” y en negro resalta su característica más ecológica y su aspecto más deportivo.