Nuestro adelantado sobre una serie limitada de varios Mini eléctricos se hace por fin realidad al conocer las primeras imágenes oficiales de este modelo, cuyo nombre final es Mini E. Los beneficiarios inicialmente serán 500 afortunados propietarios, aunque parece que BMW podría plantearse realizar una producción masiva de este modelo y venderlo en Europa dependiendo de este pequeño “estudio de viabilidad”.
Estamos hablando de la primera versión de este conocido utilitario que deja a un lado los motores de combustión y las transmisiones para adquirir un generador eléctrico situado en posición delantera y unas baterías de ion-litio que se sitúan detrás de la primera fila de asientos, diciendo adios así a la emisión contaminante. He aquí uno de los problemas del Mini E puesto que deja a un lado las cinco plazas tradicionales para convertirse en únicamente un biplaza, una pequeña desventaja.
La compensa llega a cargo de los 204 CV que aporta el motor eléctrico, cuyo par máximo alcanza los 220 Nm. El peso total adquirido por el Mini eléctrico es de 1.456 kg, un añadido de unos 300 kg que a todas luces parece demasiado abultado. Aún con ello, puede ser propulsado por el conjunto locomotor con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8.5 segundos. La velocidad máxima ha sido limitada electrónicamente a 152 km/h, pensando esencialmente en mantener un buen aprovechamiento de la carga eléctrica.
Dejando a un lado este pequeño baile de cifras, este Mini incorpora algunas tecnologías clásicas de los eléctricos como la regeneración de energía en las frenadas. La autonomía calculada no sobrepasa los 240 km, un valor ciertamente discreto. Lo bueno es que ofrecerá un pequeño transformador casero de alto amperaje que permitiría realizar una carga total de las baterías en 2 horas y media. En otro caso, se puede usar un enchufe eléctrico convencional con un tiempo de carga de 8 horas.
Era de esperar que Mini optase por ofrecer una distinción estética en esta variante eléctrica, el diseño es siempre un punto a favor de la marca del “disco alado”. Externa e interiormente cuenta con un tema de color plateado y amarillo bastante suave, siendo este último color el que ilustra el logo del Mini E: un símil de conector eléctrico
La parte exterior del habitáculo también incorpora detalles como la tapa del depósito sustituida por el conector eléctrico o la ausencia de la salida de escape, un hecho bastante chocante a primera vista. El interior del mismo adquiere las tonalidades comentadas, con detalles como la conversión del tradicional tacómetro en un indicador del nivel de carga de la batería o la comentada ausencia de las plazas traseras.
Mirando de cara a una posible incorporación en el mercado del viejo continente, el hecho de restarle plazas puede ser un verdadero handicap a la hora de su explotación masiva. Su baja autonomía sería otro de las principales desventajas, aunque pensando en un uso más urbano no parece una mala adquisición. Dependerá claramente del precio, que con toda probabilidad no será inicialmente muy asequible.
Mini E.
Vía: carscoop
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