RM Auctions, una importante casa de subastas estadounidense, será la encargada de dar un dueño a uno de los Corvette más exclusivos y raros de la historia: el 1963 Corvette Grand Sport (número de chasis 002). El Grand Sport fue la respuesta de General Motors al formidable Shelby Cobra de Ford en la forma de un deportivo ligero, muy potente, y con un objetivo en mente: ganar las 24 Horas de Le Mans y arrasar en las competiciones de resistencia.
El proyecto, en un principio secreto, estaba dirigido por Zora Arkus-Duntov, un ingeniero y apasionado del motor cuya intención era producir un total de 120 Grand Sport, por supuesto de manera artesanal. Pero sólo llegaron a fabricarse cinco prototipos. La razón principal de la paralización y abandono del proyecto es desconocida, pero todo apunta a costes muy elevados. De los cinco vehículos que vieron la luz del día únicamente dos eran roadsters, éste es uno de ellos.
Su motorización principal era un obligado V8 small block de 6.2 litros, capaz de producir unos impresionantes 550 CV a 6.400 rpm. Con un peso en orden de marcha de tan sólo 818 kg sus prestaciones debían ser formidables, como poco en línea recta. Su aspecto era ciertamente intimidante, una carrocería de Corvette C2 con el techo cortado y con un enorme alerón allí donde debía estar la característica ventana trasera partida.
Detalles como los enormes tubos de escape y la anchura de los neumáticos traseros no hacen más que reafirmar que no estamos ante un Corvette cualquiera. La casa se subastas anuncia que el precio de venta superará con facilidad las seis cifras. Es un precio justo a cambio de disfrutar de todo un pura sangre americano y con toda probabilidad uno de los Corvette más importantes y exclusivos jamás subastados.
Vía: motorauthority
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