El Rolls-Royce Phantom es una berlina de cuatro puertas situado en lo más alto de lo que llamamos gama alta. Su lujo y su equipamiento están a la altura de su elevado precio y su propulsión también, con más de 450 CV redondeados por un V12. Esta es la única oferta mecánica hasta ahora pero en un futuro próximo podría haber otra forma alternativa de propulsar esta berlina: de forma eléctrica.
Tom Purves, CEO de la compañía británica, asegura que le gustaría llevar a cabo un Phantom eléctrico, pensando esencialmente en aquellos clientes que principalmente lo utilizan para viajes cortos por la ciudad. Probablemente también se haya visto ligeramente influenciado por la prueba que realizó con el Mini eléctrico, para comprobar que ofrecía bajas vibraciones, reducido ruido y se mostraba muy ágil. Adaptar esas características a una berlina pesada de más de 2 toneladas y medo no será fácil, pero al parecer esa es su idea.
Las ventajas desde luego van mucho más allá, pues hablaríamos de un motor que generaría un par instantáneo perfecto para las peticiones más enérgicas al acelerador y todo ello con un ruido muy contenido. Por otro lado, el aspecto medioambiental. En el proceso de propulsión no se generarían partículas de CO2, una gran distancia desde 0 hasta los 368 gr/km que emite con su motor de gasolina. Entre las desventajas se encontraría su autonomía, que con toda seguridad no traspasaría los 909 km que puede recorrer un Phantom convencional, y el tiempo de recarga de las baterías.
Más allá de estas ventajas, hay una base legal que es comprensible de cara a un cierto número de ventas del Phantom. En algunas grandes ciudades, y cada vez será más habitual en un mayor número de ellas, ciertos automóviles están prohibidos por su alta emisión contaminante. Con un Phantom eléctrico este problema no existiría. Incluso Purves se atreve a afirmar que no tardarían mucho en desarrollar este modelo aprovechando la experiencia que BMW está acogiendo con el nuevo Mini eléctrico.
Pensando en únicamente las mismas capacidades del Mini E, ya estaríamos ante un Phantom “lógico” para el ámbito urbano. El Mini E es capaz de circular hasta 150 km/h y acelerar en 8.5 segundos desde 0 a 100 km/h, por no hablar de su autonomía que alcanza los 240 km/h.
Vía: carmagazine
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