Se llama SunRed SR21 y no hablamos de un coche solamente artesanal, solamente deportivo o solamente caro. Hablamos de un vehículo que ya se encuentra en la competición y que ha partido de la idea de un grupo de ingenieros españoles. Hace un tiempo decidieron dejar sus trabajos relacionados con las carreras para sacar adelante su propia criatura con la que hacer frente a los grandes de los circuitos: Aston Martin, Porsche, etc.
Su diseño es estrictamente de carrera, pensado desde el más pequeño tornillo hasta el total para ser altamente competitivo. Es cierto que recuerda mucho al estilo del Saleen S7 pero realmente está basado en el Hispano Suiza HS21-GTS. En cualquier caso no han pensado precisamente en la estética. Sí han pensado en construir desde abajo un deportivo lo más ligero posible, aunque adaptándose a las normas de la competición en la que se encuentre, y buscando arañar el mayor número de décimas de segundo. Este es el espíritu que convierte a un equipo en ganador.
Desde la “osamenta” todo rebosa livianez. Su base es un chasis tubular de acero con carrocería en fibra y “composite”, sobre la que hay una serie de elementos como las protecciones o el alerón en fibra de carbono o como algunas rejillas en aluminio. Hasta el magnesio está presente, formando la estructura de las llantas de aleación. Estrategia suficiente para conseguir que el peso total fuera de sólo 1.050 kg, al que desgraciadamente le han tenido que sumar un lastre de aproximadamente 100 kg para poder competir bajo ciertos reglamentos.
La típica agresividad a la hora de recortar un vehículo para la competición no tiene que estar reñido con un mínimo gusto y así lo atestigua el interior de esta auténtica bestia, que aunque tiende a espartano no deja de ser “habitable”. La fibra de carbono pulula por espacios como el display central, que es controlado mediante un único botón desde el duro e implacable volante. Está bien comentar cómo es el habitáculo, pues hasta se puede mimar a pesar de estar buscando el máximo rendimiento y ahorro de peso.
Todo muy competitivo pero, ¿qué hay bajo el capó? Se trata de un motor Judd de 10 cilindros en posición de “V” con 4 litros circulando por el conjunto, para ofrecer un máximo de 500 CV al borde del rojo en las 8.100 rpm (1.000 rpm antes del fatídico color). Hablamos de que este motor procede de la Fórmula 1, lo que ya dice mucho a su favor.
La relación de 2.3 kilogramos por caballo de potencia sirven para con un buen pisotón alcanzar los 100 km/h en escasos 3.5 segundos y para superar, desde luego, los 300 km/h. Ayuda bastante la existencia de un obligado autoblocante y de un cambio secuencial de 6 marchas, que lo hace más divertido y sobre todo más práctico a la hora de competir.
¿Y qué más? Lo mejor en suspensión, independiente en doble triángulo con amortiguación regulable en tres puntos, y lo mejor en asegurar frenadas y frenadas: discos de freno de 38 y 35.5 cm en acero para los ejes delantero y trasero, con pinzas de aluminio de seis y cuatro pistones respectivamente.
Para saber más y consultar cómo se comporta este vehículo, en Autopista.es han realizado una prueba de este demonio sobre el asfalto con sabor peninsular.
Vía: terramotor
En Diariomotor: Verdino, un vehículo que se orienta sólo creado por ingenieros españoles | M-112, el concept español de EcoCustom | GTA Concept, un superdeportivo con cuerpo español | Un quad de diseño español para la ciudad: Tron ARQ | Comarth, ingeniería automovilística española | IFR Aspid | Ginebra nos muestra en directo el Tramontana