A principios de verano conocimos los detalles de la nueva Serie 7 De BMW. En el Salón del Automóvil de París que se clausuró hace unos días,ha sido la principal novedad de la marca alemana y su presentación al público ha sido un éxito. Si la anterior generación destacó por un diseño vanguardista y controvertido, la nueva tiene un exterior que nos recuerda versiones anteriores aunque actualizada convenientemente a nuestros tiempos.
Un 740Li a tres metros de altura presidia la parte trasera del stand, pudiendose ver desde gran parte del pabellón. En la parte delantera, Un 730d, turbodiesel seis cilindros en línea y 245 CV y un 750Li , un V8 gasolina Twin Turbo con 407 CV en los que pude entrar. Como suele pasar en éstos casos son unidades cargadas de extras. Y no hablo sólo de cuero, navegador y pantallas traseras.
La nueva generación incorpora todo un arsenal tecnológico entre los que encontramos : control de crucero adaptativo con radar, visión nocturna para detección de peatones en condiciones nocturnas, cámara de visión trasera, avisador de vehículo en el punto muerto, un Head Up Display (HUD) mejorado,avisador de cambio involuntario de carril y un detector de señales de tráfico similar al del Opel Insignia.
Las fotos de estudio, nunca podrán sustituir a la experiencia de ver y tocar un coche en vivo, por ello tenía mucho interés en acercarme a BMW. Empezando por el exterior, me ha encantado. Me recuerda a la línea del Serie 7 de finales de los 90. Una línea elegante y dinámica al mismo tiempo. No es sólo un coche de representación, es un coche hecho para que también disfrute el conductor y no sólo lo pasajeros traseros como de costumbre es este segmento.
Por dentro encontramos la calidad al nivel que se espera en un coche de este precio tanto por tacto de materiales como por ajuste. En la parte delantera, el diseño es conservador y con la parte central del salpicadero orientada ligeramente al conductor. La pantalla principal que integra el Navegador GPS que ahora es de 10”.
En la consola central, se agrupa el mando del renovado iDrive, junto con la palanca E-Gear y los controles de suspensión, asistente de aparcamiento y freno de mano eléctrico. Me llamo la atención, que el asa interior de las puertas está integrada en la moldura de madera. Los asientos delanteros son cómodos y recogen el cuerpo a la perfección.
En las plazas traseras, muy importantes en éste tipo de coches,no hace falta irnos a la versión de batalla larga para disfrutar de gran espacio para las piernas. La anchura es también muy buena. Como opción pueden disponer de todo tipo de regulaciones cuyos mandos se situan en el reposabrazos central acompañado de otro iDrive exclusivo para la parte trasera.
Me resultó curioso que las pantallas detrás de los respaldos delanteros, aparte de las típicas funciones de DVD/TV, también podían visualizar la información del navegador. Ya no habrá que preguntar ¿cuánto falta para llegar?.
Como conclusión, creo que es un acierto pleno de BMW. Ha sabido aprender de los errores cometidos con la generación anterior y ha hecho un coche bonito, de calidad suprema y con las últimas novedades tecnológicas.
BMW Serie 7 en París 2008
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