Hace un tiempo mi compañero Sergio os adelantó datos sobre el “Scorpion”, un deportivo roadster que puede funcionar con hidrógeno. Lo firma Ronn Motors Company, una empresa norteamericana que pretende ofrecer una solución propia y diferente capaz de rivalizar con el mismisimo Tesla Roadster. Precisamente definen su creación como que “el Scorpion hace con el hidrógeno lo que el Tesla Roadster hace con las baterías”.
Más allá de comparaciones, la base sobre la que se soporta el Scorpion mecánicamente hablando es “híbrida”. Y con las comillas me refiero a que no implementa dos modos de funcionamiento separado que colaboran entre sí sino que se combinan dos tipos de “carburantes” para realizar la combustión. El Scorpion utiliza gasolina de 91 octanos combinada con hidrógeno, en lugar de utilizar este último elemento para obtener electricidad. Además tampoco transportan hidrógeno sino que utilizan un sistema H2GO para transformar, por electrolisis, el agua en hidrógeno gaseoso.
La solución de gasolina e hidrógeno convenientemente tratada llega al motor, un seis cilindros en uve de 3.5 litros de cilindrada combinado con un cambio de seis marchas. La potencia que se consigue con la mezcla alcanza los 450 CV, con los que puede alcanzar los 325 km/h. Pero lo más interesante llega a la hora de registrar su gasto medio de combustible, que se sitúa cerca de los 5.9 litros cada 100 km. Una marca excelente dados los niveles en los que hablamos y una prueba de que la ayuda del hidrógeno transformado sirve para aumentar muy notablemente el ahorro energético.
Precisamente H2GO aprovecha esta prueba de fuego de su sistema para promocionarlo y, posteriormente, lanzarlo a la venta con el fin de poder adaptarlo a otro tipo de vehículos. Ofrecen un ahorro de consumo que puede alcanzar un 30 % más a un precio de 1.000 dólares, aunque sin incluir la mano de obra necesaria. Como ellos dicen, si su sistema funciona en el Scorpion funcionará en tu Honda Civic.
Al contrario que en otras soluciones como el BMW Serie 7 Hydrogen, la tecnología de H2GO no requiere de almacenar hidrógeno a muy bajas temperaturas sino que puede utilizar agua directamente introducida en un depósito. Además realiza la transformación de agua a hidrógeno casi en tiempo real, con lo que no es necesaria una precarga, y la infraestructura necesaria ya existe (se puede obtener agua muy fácilmente).
Volviendo al Ronn Scorpion, no todo es fuerza mecánica en él sino que su concepción es básicamente frugal en cuanto a peso, no superando la tonelada de peso gracias al molibdeno de cromo que confina su estructura y la fibra de carbono que erige su “caparazón”. En la complicada métrica de diseño, conjuga un estilo similar al del Porsche Carrera GT también con dos plazas e incorpora ópticas agresivas y amplios respiraderos al más puro estilo de Lamborghini.
El precio de partida que tendrá el Scorpion ronda los 150.000 dólares, con lo que de momento no es precisamente asequible para todos los bolsillos. Al menos si es escalable, ya que pagando unos cuantos dólares más se puede aumentar la potencia hasta los 600 CV (Wired dice que 100 dólares más, pero me parecen muy pocos). En cualquier caso, su presentación en el SEMA ha servido para llegar a más clientes porque ya hace tiempo que tiene encargos, con varios jugadores de la NBA entre sus clientes.
Ronn Scorpion.
Vía: wired
En Diariomotor: Ronn Motor Scorpion, un deportivo ecológico