Por el momento las serias dificultades de los principales fabricantes norteamericanos de automóviles continúan y entrando ya casi en diciembre el tiempo corre en su contra. Algunos predecían que el principio de 2009 podría suponer el fin de General Motors o Chrysler, mientras que Ford podría continuar operando poco tiempo más. El problema financiero de los tres de Detroit se extiende a todas sus filiales, entre las que se encuentran Saab (GM) y Volvo (Grupo Ford).
Saab y Volvo cuentan con una amplia tradición e historia y son actualmente las dos empresas automovilísticas más importantes de Escandinavia, y prácticamente las únicas. Un hipotético colapso de Ford o GM implicaría el cese de operaciones de Saab o Volvo, lo que supondría el fin de la industria automovilística sueca. Además de la implicación moral y emocional que tendría su caída la repercusión económica sería grande para el país.
Aunque Suecia no esté padeciendo la crisis económica mundial de manera tan acusada como España o EEUU a ninguna economía sienta bien la pérdida repentina de varias decenas de miles de empleos. Por ello, ya se han alzado voces que pide al Gobierno sueco la nacionalización de Saab y Volvo, es decir, que pasasen a estar controladas por el Estado en lugar de por empresas privadas. Ha sido Rolf Wolff, decano de la escuela de negocios de la Universidad de Goteburgo uno de los primeros en alzarse.
En unas declaraciones a un periódico nacional, ha afirmado que “si Volvo Cars y Saab Automobile desparecen como base industrial de desarrollo de nuevo productos e ingeniería Suecia jamás volverá a formar parte de la industria automovilística mundial. Todo el conocimiento adquirido y potencial de futuro desaparecerán, para siempre“. Afirmaciones muy duras que han provocado inmediatas reacciones en los poderes políticos y opinión pública.
Maud Olofsson, Ministro de Economía admite que el gobierno no tiene idea de qué piensan hacer Ford y GM con Volvo y Saab, pero los rumores de que se podrían deshacer de las marcas para continuar operando llevan semanas circulando y están más que fundados. El Estado no ha emitido una línea de actuación de futuro pero se preveé que en el caso de que Ford y GM abandonarán a las suecas el Estado las tutelaría mientras se buscasen inversores privados.
Vía: leftlanenews
En Diariomotor: Serias dificultades para los fabricantes norteamericanos