Oficialmente Ferrari no ha construido nunca ninguna motocicleta. No es su estilo y no extraña que así se haya hecho, a pesar de que en nuestro “universo mundo” existan infinidad de construcciones artesanales o “esculturales” que se sirvan de la imagen Ferrari para ganar diseño y credibilidad. Sin embargo, el asunto es la primera palabra con la que he comenzado: oficialmente. Porque de forma no oficial sí existe una “dos ruedas” que lleva la firma de Ferrari.
Al menos la lleva en el chasis, con el código SF-01M, y realmente es el único punto en el que cuenta con algo oficial de la marca de Maranello. El resto son “gustos” de diseño que encuadran bastante bien con la filosofía de algunos de sus deportivos. Por ejemplo, su carenado de aluminio en rojo cuenta con marcas en los laterales que recuerdan a las branquias laterales de un Testarossa, al igual que detalles más minúsculos como los discos de freno Brembo. La moto en sí es casi 100% artesanal, desde su chasis multitubular de acero hasta su original salida de escape.
Deportivamente podríamos esperarnos una elección muy generosa de su potencia teniendo en cuenta su “ascendencia” Ferrari. Pero el hecho es que su motor, sin dejar de ser potente, es bastante comedido pues tan sólo ofrece 105 CV a 8.800 rpm con sus 900 cc de desplazamiento. Se comenta que el peso de esta moto es bastante reducido, en torno a los 170 kg, con lo que puede alcanzar en torno a los nada despreciables 265 km/h. De sus marcas en cronómetro no podemos hablar porque no se conocen, pero seguro serán interesantes y muy bajas.
Ni siquiera es un moto nueva, pues fue construida en el año 1995 por David Kay Engineering, después de unas 3.000 horas de trabajo y gracias a que Piero Ferrari, el hijo de Enzo Ferrari, permitiera su construcción. Su nulo uso y que únicamente existe esta motocicleta como marca de la “incursión” de la firma italiana en cuestiones de dos ruedas la convierten en un auténtico mito. Por ello, es de imaginar que cuando se subaste el día 20 de este mes en Suiza alcance un precio desorbitado, aunque sólo sea porque parte de unos 300.000 euros.
Últimamente por este país están pasando unas cuantas joyas como ésta, incluyendo el único Lamborghini Miura descapotable que existe.
Más imágenes de la motocicleta Ferrari:
Vía: autoblog.com
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