No lo puedo negar, me encantan los trabajos de un pequeño grupo de personas o incluso una sola que pone todo su esfuerzo para lograr un sueño: crear un réplica de un coche desde cero, preparar su vehículo como el de cierta película, cómic, etc o convertir un coche contaminante en uno totalmente ecológico. Este es el camino que han tomado los chicos de Miami EV Project, comenzando con la excelente idea de convertir un Golf MkIII “humeante” en uno silencioso y no contaminante.
¿Por qué este modelo ya con sus añitos? Quizás por el hecho de que pudieran acceder a más ejemplares en caso de fallo o porque ya hay amplia experiencia en retocar su interior. El caso es que un día se pusieron con el proyecto y tras 70 días consiguieron el resultado de la imagen superior. Bien, la pintura exterior fue un extra firmado por LEBO para que este trabajo fuera bien visible (ya que no emite más sonido que el del rodamiento). Aproximadamente tiene un coste mecánico de 13.000 dólares más los 5.000 dólares de la original tema de color. Barato no es.
El aspecto de este Golf de tercera generación sería prácticamente igual que el original, después de una amplia restauración del ejemplar original en ruinas, pero un llamativo pintado inunda su carrocería. Rojo es el color de base, desde el exterior al interior, pero el arcoiris desplegado en su parte externa no pasa en absoluto desapercibido. Y por si al verlo circulando pierdes los colores, en lugar de la matrícula luce la frase “Electric Vehicle”.
Veamos el resultado mecánico. El adios al motor de gasolina supone darle la bienvenida a un pequeño generador eléctrico alimentado por unas baterías, situadas restando espacio en el maletero. Con ellas y una conducción que intermedie ciudad y carretera, la autonomía se sitúa en unos discretos 80 kilómetros. Según sus cálculos, cada recarga de baterías cuesta alrededor de 1.5 dólares que no parece mal comparándolo con 1 dolar que cuesta aproximadamente el litro de gasolina en Estados Unidos. Ésta se hace con un conector eléctrico convencional (estadounidense claro) en el frontal, donde antes se situaba el logo VW.
Para poder opinar en claro habría que conocer otros datos, que no facilitan, como es el tiempo de recarga de las baterías, la potencia del generador o la velocidad máxima que alcanza. De acuerdo, en absoluto es una versión que pudiera tener un futuro alguno pero lo han hecho unos emprendedores y eso basta para que merezca la pena reconocérselo.
Podéis ver más imágenes e información sobre cómo han llevado a cabo esta conversión en su página web Miami EV Project.
Vía: autobloggreen
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