Cuando Tata se hizo con el control de Jaguar y Land Rover hace unos meses se supo que ambas marcas continuarían usando propulsores Ford, especialmente en lo tocante a motores alimentados por gasóleo. Unidades turbodiésel de 2 litros de cilindrada, 2.7 litros twin-turbo son sólo dos de los motores más relevantes de origen Ford que ambos fabricantes emplean, entre otros en los Land Rover Discovery o Jaguar XF, por citar dos ejemplos.
El problema es que Ford sólo seguirá suministrando motores a Jaguar y Land Rover hasta que un contrato firmado en el momento de la venta de las marcas expire, y eso ocurrirá en un plazo desconocido pero razonablemente corto. Tata Motors sabe que sus motores no están a la altura de las marcas británicas, ni de lejos, por lo que es muy posible que en un futuro recurra a los probados motores de origen Mercedes, recalcamos, muy probablemente sólo en diésel.
Directivos de Tata y Mercedes han estado manteniendo reuniones en Sudáfrica pero se desconocen los detalles del posible acuerdo. Puede que algunos puristas se sientan ofendidos porque el coche británico por excelencia lleve motores alemanes pero sinceramente, prefiero ver un Range Rover 320 CDI que un Range Rover 2.2 DICOR. Como siempre, en noticias tan poco claras, tomadla con una buena dosis de escepticismo, seguiremos informando.
Vía: autoblog.it
En Diariomotor: El resurgir de Daimler, Tata se plantea reflotarla para competir con Rolls-Royce y Bentley
