Más clásicos que salen a subasta, a cada cual más exclusivo que el anterior. Uno de los que más recientemente se ha conocido su próximo cambio de dueños es este único Ferrari 212 Export Spider, una joya de los años 50 que se utilizó en la más alta competición y contando con Roberto Mieres o Roberto Bonomi como algunos de sus principales expertos que han tenido el placer de conducirlo.
A partir de 1930 se fue perfilando este vehículo que fue concebido para darle una homenajeada continuidad otro coupé como era el 195S. Inicialmente se crearon 28 unidades del modelo que sale a subasta pero sólo éste se conserva en tan buen estado y tiene un largo currículo a sus costas. El número 13 que muestra se lo regaló Wenceslao “Cachorro” después de ganar diversas competiciones en el autódromo de Buenos Aires aunque sus mayores metas las consiguió al situarse en el podio de la famosa Mille Miglia del año 1951.
La estética de la época en la que fue concebido transmitía una gran armadura por sus chapas metálicas y una gran continuidad de su línea longitudinal recta, más marcada por sus medidas angulosas. En esta versión sin techo desaparecía el parabrisas convencional para intercambiarse por dos pequeñas protecciones transparentes que apenas podrían guarecer a los dos ocupantes (más bien pilotos) que podrían situarse en el vehículo.
Es difícil pasar por alto grandes detalles acordes con su época, como el uso de los espartanos marcadores y diales en la consola plana, sus sólidos e a todas luces incómodos asientos o la cobertura de los ángulos muertos con dos retrovisores redondos, uno a la derecha y otro situado en el centro.
Como deportivo de la marca del “cavallino rampante”, sus ruedas traseras eran las encargadas de propulsarlo hacia adelante, tomando la fuerza de un V12 de sólo 2.5 litros que imprimía 175 CV de potencia a las sonoras 6.500 rpm. La transmisión se realizaba a través de un cambio manual no sincronizado.
Tras varias vueltas al mundo por diversas competiciones, en el año 1984 se hizo con ella el coleccionista Antonie Midy y, tras su muerte, los herederos lo ponen a subasta en la casa Bonhams. Esta misma es la encargada de subastar el Lamborghini Bertone Miura Spyder o la motocicleta de Ferrari.
Una de las unidades originales preparada para la carrera.
Vía: argentinaautoblog
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