Desde luego, no son buenas las noticias que nos llegan últimamente del mundo automovilístico. Subaru y Suzuki abandonan el WRC, los 3 de Detroit tienen la bancarrota en ciernes y Honda abandona la F1, en la que llevaba compitiendo desde 1964. Esta noticia viene de nuevo del fabricante nipón, y no es otra que la cancelación con efectos inmediatos del sucesor del mítico NSX. El CEO de Honda, Takeo Fukui, ha comunicado que el programa era muy costoso y en estos tiempos no se lo pueden permitir.
El deterioro de las ventas en el mercado japonés y el americano, los dos principales destinos de ventas de Honda han motivado una gran incertidumbre para Honda, que además no ve una mejora a corto plazo. Ante mayores problemas económicos y con mucho adelanto en las previsiones lo más fácil y razonable es cortar los gastos más desorbitados intentando que el negocio principal, vender coches, sufra lo menos posible. En resumen, el Honda NSX ha sido víctima de la crisis económica.
La decisión es de lo más racional pero sorprende en parte dado el avanzado estado de desarrollo del superdeportivo que habría competido con el Nissan GT-R o el Lexus LF-A. De hecho, sólo restaban aspectos de diseño y retoques de producción para que comenzase su fabricación en serie. Para el año 2008 y por primera vez en 11 años Honda anuncia un recorte considerable de su beneficio de explotación y para el año que viene reducirá su producción total en nada menos que 314.000 vehículos.
Vía: leftlanenews
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