Rolls-Royce vuelve a lanzar una nueva edición especial del Phantom denominada Sapphire, complementando las diversas versiones exclusivas de una de sus más grandes berlinas: la Pearl, la Silver Ghost, la Tungsten o la Peony. Realmente esta nueva versión no es más que la combinación de los casi infinitos acabados existentes para el Phantom más una suculenta lista de accesorios externos de lujo.
Exteriormente luce la pintura Milori Sapphire, un azul marino que cuesta distinguir de otros azules vistos en el Phantom, mientras que para el interior distribuyen dos opciones diferentes: cuero azul marino con inserciones de blanco nacarado o viceversa, compartiendo ambas terminaciones una serie de inserciones de “cáscara de nuez” con diseño en diamante. Lejos de lo únicamente estético, los ocupantes de las plazas traseras disfrutarán de dos botellas de elegante y burbujeante bebida almacenados en un receptáculo refrigerado en aluminio.
Para disfrutar del champán se adjuntan unas copas de fino cristal grabadas con marcas de diamantes, un signo más para hablar del lujo que demuestra el Sapphire. Y por si fuera poco, un original y único reloj analógico, también “endiamantado”, marca el paso de las horas. Rolls-Royce no olvida al conductor, o más bien chófer, que tiene a su disposición un llavero de plata para no olvidar el lujo cuando se aleja del Phantom así como una pluma estilográfica Conway Stewart, ambas transportables en unas cajas de “cáscara de nuez” lacrada.
La marca “Sapphire” está presente en las metalizadas placas de pie de las puertas, un punto suficientemente visible con el que además identificar al coche. Por el sonido desde luego que no porque su V12, que con 6.7 litros de cilindrada ofrece 460 CV, permanece totalmente inalterado.
Su precio, dados los detalles añadidos, podría acercarse perfectamente o incluso superar los 450.000 euros.
Vía: autoblog.com
En Diariomotor: Rolls-Royce Peony Phantom | Rolls-Royce Phantom