El pasado viernes acudí a Madrid a la presentación para bloggers del nuevo Opel Insignia, el esperado reemplazo del Opel Vectra. General Motors España nos organizó una gymkhana por el centro de la capital española: divididos en grupos de tres se nos asignaba un Opel Insignia y debíamos fotografiar en el menor tiempo posible una serie de performance llevadas a cabo por una serie de artistas callejeros situados en algunos de los lugares más emblemáticos de Madrid.
Mi grupo estaba formado por David Ayala (Motorgiga) y Marcos Ferreiro (Motorfull); se nos asignó un Opel Insignia equipado con cambio automático de seis velocidades, motor 2.0 CDTI de 160 CV (la opción más potente en diésel) y el acabado más competo – Cosmo – acompañado de una guarnición de muchos extras interesantes como tapicería de cuero, navegador GPS, iluminación adaptativa AFL Plus o radares delantero y trasero para facilitar el aparcamiento.
Verdaderamente el Insignia llama la atención al verlo por primera vez. Cuando apareció entre el tráfico madrileño con sus líneas suaves y su carrocería aerodinámica me quedé francamente impresionado, su diseño es realmente bonito. Las líneas de expresión de la carrocería, los faros delanteros con luces diurnas tipo LED y los bien definidos grupos ópticos traseros contribuyen a crear una imagen dinámica y pasional para el Insignia, cosa que el Vectra no poseía.
¿Cómo va por ciudad?
Un jueves de diario a las 8 de la tarde las calles del centro de Madrid están abarrotadas, especialmente la Castellana, por la que debíamos circular forzosamente en el recorrido que debíamos completar. El cambio automático con convertidor de par es todo un aliado en el denso tráfico, su funcionamiento es muy suave y las transiciones entre marchas son rápidas y apenas perceptibles; respecto a un cambio manual su superioridad en ciudad es más que patente.
Sus seis velocidades están bien escalonadas y disponemos de la posibilidad de manejo secuencial a través de la palanca, aunque el funcionamiento de este modo no me acabó de convencer por completo. La razón fundamental es que el sistema deniega cambios que podrían efectuarse sin problemas, por ejemplo, pasar de tercera a cuarta a unos 45-50 km/h. La caída de régimen sería considerable, pero también lo sería el descenso en el consumo de combustible.
Si queremos realizar una salida rápida de un semáforo es perfectamente posible hundiendo el pie derecho, de hecho la fuerza del motor es tal que las pérdidas de tracción son fáciles. El tacto de los pedales es correcto, en los primeros momentos cuesta un poco acostumbrarse al tacto del pedal del freno y podemos pegar más de un frenazo debido a lo instántaneo de su accionamiento al rozar el pedal pero su funcionamiento es cómodo y sencillo una vez nos hacemos con su funcionamiento.
Las impresiones en ciudad del motor 2.0 CDTI de 160 CV están ciertamente sesgadas debido al denso tráfico, que no permite exprimirlo en profundidad. En cualquier caso, potencia no le ha faltado en ningún momento y su funcionamiento es suave y progresivo. Es necesario destacar que el propulsor no estaba apenas rodado, la unidad de pruebas únicamente contaba con 85 kilómetros en el odómetro y había sido estrenada ese mismo día.
A pesar de que las unidades de pruebas rodaban sobre llantas de 17 a 19 pulgadas calzadas con neumáticos de sección 225 a 245 y suspensión de tarado deportivo en ningún momento por ciudad se apreciaba una falta de confort. El equilibrio entre la firmeza de la suspensión y la comodidad de los ocupantes es excelente y en todo momento el Insignia daba una sensación remarcable de compostura y buen desempeño, se siente mucha confianza al volante.
Ergonomía y habitabilidad
Empecemos por el puesto de conducción. Opel ha puesto un especial énfasis en la ergonomía y comodidad de los pasajeros y ello es comprobable en la multitud de ajustes que tienen los asientos delanteros. Avalados por una prestigiosa institución médica alemana son amplios y recogen el cuerpo a la perfección. Si además cuentan con ajuste eléctrico multidireccional que incluye ajuste lumbar de cuatro posiciones encontrar la postura perfecta es un juego de niños.
Al volante, regulable en altura y profundidad, no hay quejas de espacio y una persona como yo, de 1.80 metros de altura entra perfectamente. Quizá las rodillas puedan golpear en la envolvente consola central pero estoy siendo muy quisquilloso ya que no es un problema para nada molesto. Como se puede comprobar en las fotos, los asientos traseros tienen espacio de sobra para las rodillas de un adulto de talla normal y he comprobado que la cabeza no choca con el techo.
A los mandos del Insignia todo queda a mano, pero la profusión de botones es realmente elevada en la consola central. Su manejo es intuitivo aunque por ejemplo, para manejar el navegador y los menús de el equipo de infotainment hay hasta tres ruletas, dos en la consola central y otra entre los dos asientos delanteros, la que más funcionalidades aglutina. Creedlo o no, estuvimos un buen rato hasta percatarnos de su existencia; su funcionamiento es sencillo.
No hay que apartar la vista de la carretera para accionar la mayor parte de los botones, pero una vez nos hemos acostumbrado a su situación y función. Quizá los de más difícil acceso sean los botones de la tercera ruleta o joystick: para accionarlos hay que apartar la vista de la carretera, cosa que no suele favorecer a la seguridad de conducción. En cuanto a calidad de ajustes, materiales empleados y diseño interior no hay ninguna queja.
El salto cualitativo respecto al Vectra es brutal. Los acabados son perfectos y los materiales empleados de alta calidad. Incluso podría pasar por un coche de los llamados premium. Especial mención merece el tacto de la botonería, el volante forrado en cuero y los plásticos que recubren el salpicadero. El diseño interior, envolvente y que se extiende hacia las puertas crea un acogedor efecto sobre los ocupantes, haciendo que nos costase salir del coche.
La segunda parte de la presentación del Insignia la podréis leer por la tarde e incluye mis impresiones del coche en carretera y autopista así como el funcionamiento del sistema de iluminación adaptativa AFL Plus, uno de los puntos fuertes en cuanto a innovación de la berlina germana.
Contacto: Opel Insignia 2.0 CDTI 160 CV Aut. Cosmo
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