RCR es una firma especializada en realizar réplicas de coches tan famosos como el Ford GT40 y además se dedica a crear sus propias obras, tratando de conjugar un diseño deportivo personal con mecánicas existentes de gran calidad (no siempre hace falta reinventar la rueda). Una de sus creaciones más conocidas es el Superlite Coupé (SL-C), un deportivo de carrocería muy baja y cabina central que con su estilo dinámico parece sólo querer hacerse un hueco dentro del circuito.
Fue construido sobre un chasis ligero de aluminio pensando además en montar una carrocería también de poco peso, desarrollada en un plástico reforzado con vidrio. El resultado es un peso perfectamente bajo que además concuerda con su lograda aerodinámica, en la que parece haber cierta influencia de competición. Por encima de la línea de las ruedas tan sólo se eleva el plano alerón de la parte trasera y la cabina biplaza, sobre la que se encuentra un hueco para la entrada de aire. Al menos en lo que a diseño se refiere, podría compararse perfectamente con el Koenigsegg CCGT por ejemplo.
El SL-C está dispuesto para que el propio cliente elija el motor que prefiera, supuestamente sin ningún límite según sus creadores pero lógicamente con algún típico de restricción mínima. Una de las opciones que plantean es la de un bloque V8 de 7.0 litros procedente de Chevrolet con más de 500 CV de potencia aunque también recomiendan un biturbo flat-six de Porsche o un V8 también twin-turbo procedente de Lexus. Opciones de gran calidad hay muchas y me imagino que hasta podrán montar los V10 de Lamborghini. Estos bloques estarán dispuestos en posición central trasera.
En su equipamiento de base no faltan detalles como una suspensión de aluminio ajustable en 24 factores como la firmeza, la altura, etc, luces LED para los intermitentes, dirección asistida eléctrica, llantas de aleación de 18”, aire acondicionado, ordenador de abordo con gps con indicador de fuerzas G, etc. La materia de seguridad está bien cubierta, especialmente con detalles para poder competir en circuitos oficiales: frenos de disco de 33 y 30 cm con pinzas de seis pistones en todos los ejes, jaula de seguridad de cinco puntos, asientos tipo baquet con harneses de seguridad o un depósito de 60 litros de combustible que cumple la normativa de Le Mans, entre otros detalles.
El precio de partida es de 43.900 dólares, unos 31.500 euros al cambio, pero sólo incluye el chasis y los componentes básicos. El motor, por ejemplo, va aparte pues depende de la alternativa elegida.
Vía: autoblog.it
Más información: superlite
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