Los kei car japoneses son vehículos urbanos que cuentan con beneficios fiscales de cara al impuesto de circulación al cumplir ciertos requisitos físicos, tales como un tamaño muy pequeño, una longitud máxima muy escasa y motores de no más de 660cc y 64 CV de potencia. No triunfarían en Europa o en EEUU pero en el denso tráfico de las urbes japonesas son todo un aliado diario. Es habitual ver preparaciones sobre estos pequeños motorizados, algunas de ellas de lo más pintoresco.
En Diariomotor hemos visto unos cuantos, desde el reciente Honda Zest Spark hasta una versión “mini” del superdeportivo Honda NSX. En el Salón de Tokyo, que se celebró en paralelo al NAIAS de Detroit se presentó el NATS GT-K, basado en el Suzuki Capuccino. Se trata de un urbano inspirado en el todopoderoso Nissan GT-R, del que toma detalles como la calandra o las características ópticas, pero las comprime en una carrocería de menos de 3.4 metros de longitud.
Este GT-R de juguete tiene un motor de 657cc, equipado con turbo e intercooler, capaz de desarrollar 64 CV de potencia, aproximadamente una octava parte de la salida del Nissan original. Para que su paso por curva sea digno espectacular se le ha dotado de coilovers revisados, y para que atraiga todas las miradas equipa nada menos que cuatro tubos de escape y llantas cromadas de 18 pulgadas, lejos de las llantas de 13 o 14 pulgadas del Suzuki que hay en sus entrañas.
Estos japoneses tienen ideas curiosas desde luego.
Vía: leblogauto
En Diariomotor: Nissan GT-R 2009, Honda Zest Spark, un kei car con estilo,