Hay varios modelos de turismos en el mercado que cuenta con más de cinco plazas, habitualmente siete como máximo: Kia Carnival, Citroën C4 Picasso, Chrysler Grand Voyager, Nissan Qashqai +2, Chevrolet Captiva, etc. En ellos, especialmente en el caso de los monovolúmenes, la última fila de asientos suele robar espacio al apartado de carga con lo que está situada cerca del portón trasero.
Fifth Gear ha querido probar la seguridad de esta zona del habitáculo en los monovolúmenes realizando un clásico crash-test pero intentando simular un accidente bastante atípico: el alcance por detrás. En un punto, parado como si estuviera en un semáforo, un Opel Zafira con los “dummies” instalados en las dos plazas traseras. Detrás de ellos, un camión a buena distancia que finalmente arremeterá contra el monovolumen a una velocidad aproximada de 64 km/h, simulando el caso en el que se hubiera quedado sin frenos.
El vídeo deja un resultado que más de uno ya se habrá imaginado: el frontal del camión toca claramente la cabeza de los dummies, con lo que los daños sufridos en caso de que fueran personas serían graves sino ya mortales. La estructura del Zafira aguanta bastante bien a pesar de que los dos pasajeros traseros saldrían muy parados, mientras que el camión sufre una serie de daños aceptables.
Cada vez que veo uno de estos vídeos de pruebas de choque me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. A pesar de todas las mejoras tecnológicas que existen y de las cada vez más estrictas pruebas de seguridad que se realizan, como las de EuroNCAP, el ser humano sigue siendo una figura muy frágil cuando se encuentra dentro de un vehículo.
Vía: argentinaautoblog
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