Todavía no ha llegado a nuestro país pero supone una revolución considerable en el terreno de los monovolúmenes grandes, que hasta ahora no cuenta con un gran número de modelos híbridos. Chrysler presentó su oferta en el pasado Salón de Detroit basada en el Grand Voyager, el amplio modelo con capacidad de siete plazas. Este modelo se caracteriza originalmente por utilizar propulsores poco refinados por lo que la hibridación es una buena forma de rebajar esos consumos.
El Grand Voyager EV incorpora la clásica combinación híbrida formada por un propulsor de gasolina, en este caso un poderoso motor que ofrece 255 CV, junto a un pequeño generador eléctrico que dispone de 95 CV adicionales. Como es habitual, éste se sostiene sobre una serie de baterías de ion litio que proporcionan energía suficiente para recorrer un total de 65 kilómetros sin recurrir a la acción del bloque de explosión. ENVI, la división de Chrylser encargada de los modelos “alternativos”, acoge las típicas soluciones para aumentar el aprovechamiento energético, como es el caso de la regeneración activa de energía en las frenadas.
La propulsión basada en el generador de electricidad no permite una velocidad máxima bastante amplia para lo que estamos acostumbrados a ver en gasolina. En ese caso del motor de combustión, que tracciona desde el eje delantero, se obtiene una velocidad máxima de 161 km/h y el Grand Voyager EV es capaz de acelerar entre los 0 y los 100 km/h en sólo 8 segundos, tiempo más que suficiente para un modelo familiar como este. La autonomía también pega un repunte y se sitúa en unos útiles 640 km.
El EV no sólo es diferenciable por dentro, en su funcionamiento, sino también por fuera. Podrá recibir una tipografía lateral EV (Electric Vehicle) como aparece en el prototipo, llantas de aleación de 17” y su pintura, la Liquid Graphite Pearl, es una novedad en la gama. A diferencia de otros híbridos la carrocería nu sufre mejoras para aliviar su resistencia al movimiento, manteniendo también sus magnas medidas con 5.14 metros de largo, 1.95 metros de ancho y 1.75 metros de alto.
Aunque la mayoría de los híbridos monovolúmenes son todavía objeto de prototipo, la necesidad de combinar movimientos familiares cómodos con el ahorro económico puede hacerlos viables. A pesar de que tengan más sentido unos monovolúmenes más pequeños, incluso al estilo del Citroën C3 Picasso, una opción potente y cómoda del Grand Voyager con un consumo tan bueno podría tener una buena acogida. Una lástima que todavía no esté clara su comercialización.
Chrysler Grand Voyager EV híbrido.
Vía: elmundomotor
En Diariomotor: Chrysler Grand Voyager 2008