En una marca como Maybach, especializada únicamente en vehículos de gran lujo, imaginar una superación constante parece difícil. ¿Cómo se puede superar cierto nivel en el que los materiales de más calidad y con mayor coste están presentes? Aún con ello la firma germana trata de batirse a sí misma presentado la edición Zeppelin con lo mejor de la casa, aprovechando además para recordar sus inicios fabricando motores para estos globos del aire y para homenajear a su modelo de los años 30.
Esta versión no es un modelo completamente nuevo sino que se trata de un acabado basado en los dos modelos actuales de la marca, el Maybach 57 y el Maybach 62. 100 únicas unidades verán la luz, a medias entre las carrocerías “corta” y larga, equipadas además con un nuevo motor, el V12 biturbo de siempre pero potenciado hasta los 640 CV (28 CV más que el original). Dado las magnas dimensiones y su amplio peso no creo que se note demasiado la diferencia.
El lugar del vehículo que menos se retoca es el exterior, y eso que hay una serie de cambios interesantes. Por lo de pronto su pintura es totalmente nueva, caracterizado por un tono en color marrón Rocky Mountain y otra tonalidad en negro Taiga. Esta pintura tiene un acabado especial que oscurece los tonos en la parte más exterior de la carrocería. El color también cambia para las luces traseras que cuentan con unas cubiertas en rojo oscuro. Para rematar la apariencia externa se ubican unas nuevas llantas de aleación en 20 pulgadas y unos nuevos retrovisores.
Pero el verdadero punto fuerte de este Maybach igualmente reservado para ricos es el interior del habitáculo. En su diseño se interpone el cuero en color beige California para el tapizado, una serie de detalles en Piano Black lacado y el suelo recubierto con unas alfombrillas fabricadas en lana. El apartado de lujo no se queda aquí sino que se completa con una serie de nuevos equipamientos, como las brillantes copas con el logo Zeppelin o el sistema de ambientación olorosa.
Esta última novedad permite repartir por el habitáculo un suave aroma elegido con solo introducirlo en una bola transparente de Plexiglass. Tanto el difusor como la propia fragancia están equilibrados para expandirse suavemente en unos segundos y durar cerca de 10 minutos, con el fin de que los epitelios olfativos no se acostumbren al olor. Una forma seria y elegante de configurar un delicado aroma para el habitáculo sin llegar a los excesos.
Un cliente que desembolsa la importante cantidad de dinero que cuesta el Zeppelin no sólo desea lujo y autenticidad. Para tal efecto se incluye una placa metálica interior con el número de la unidad, que lógicamente será única.
Maybach Zeppelin.
Vía: motorpasión
En Diariomotor: Maybach 57 S | Cómo hacer drifting con un Maybach 62 S, vídeo