Para poder conducir hay que asistir a clases teóricas en la autoescuela, a las que siguen clases prácticas en coche. Sin embargo, en las autoescuelas no enseñan drifting, esa apasionante disciplina automovilística en la que un tracción trasera mantiene una espectacular cruzada a base de gas. Al menos, no lo enseñan en las autoescuelas españolas ya que en Finlandia nadie aprueba el práctico sin saber hacer derrapar un coche, no es por tanto sorprendente la tradición y el talento de la gran cantidad de automovilistas finlandeses.
Volviendo al asunto que nos atañe, Chris Harris es un conocido probador de la publicación inglesa Autocar, además de un colaborador de Driver’s Republic, de donde hemos extraído esta guía paso a paso para driftear un tracción trasera con cambio manual tomando como modelo práctico un BMW M5 E39. Para facilitar la tarea, la ubicación elegida para las clases prácticas es el circuito inglés de Silverstone, en una mañana fría de invierno con el suelo mojado, condiciones ideales para derrapar fácilmente un coche.
Chris divide el proceso en tres etapas claramente diferenciadas, entrar en derrape, sostener el derrape y salir del derrape, esta última fase bastante olvidada pero extremadamente importante de cara a la seguridad. Pero antes de nada, lo primero es sentarse al volante correctamente. Debemos estar cómodos, bien plantados en el asiento, así accionaremos correctamente los pedales y no nos moveremos hacia los lados cuando estemos en medio de un derrape, con fuertes fuerzas G a nuestro alrededor.
El mando de ajuste longitudinal del asiento es muy importante, debemos colocar el asiento de tal manera que con nuestros brazos semi doblados debemos poder apoyar las muñecas en la parte superior del volante. Una vez sentados, podemos empezar. La primera etapa es comenzar el derrape. Lo ideal es aproximarse a una curva a cierta velocidad, y colocar el coche en un fuerte apoyo lateral, situando el régimen de giro del cerca del de potencia óptima, para disponer de buenas reservas de fuerza instanténea.
Entonces, es el momento de pega un fuerte pisotón al pedal derecho, con el objeto de descolocar la zaga. No hace falta tocar el embrague si el coche es suficientemente potente, como es el caso de los 400 CV que el M5 saca de su 5.0 V8, pero si no disponemos de tanta potencia – lo más normal – y no logramos descolocar la zaga, con el acelerador bien presionado pisamos y soltamos rápidamente el embrague, logrando en teoría un efecto aumentado de fuerza instantánea.
Una vez hemos descolocado la zaga y las ruedas traseras empiezan a girar libremente entramos en la fase de mantenimiento del derrape, probablemente la más técnica. La zaga intenta adelantar a la delantera del coche, el volante se ha girado hacia un lado el sólo y todo ha sucedido en décimas de segundo. Si tu reacción instintiva es soltar el gas un trompo es casi seguro, si aplicas más gas de la cuenta el efecto es el mismo. Se trata de equilibrar ángulo de la dirección y aplicación de gas.
Para mantenernos de lado no debemos dejar libre el volante, debemos agarrarlo bien y hacer correcciones constantes, a la vez que aplicamos unas 3/4 partes del recorrido del pedal derecho, incluso más según la potencia del coche. No hay una receta perfecta, sólo la práctica, en el vídeo parece tremendamente fácil pero en la realidad se necesita mucha práctica para conducir de esta manera. Finalmente, una vez hemos derrapado gloriosamente en una curva, toca enderezar la situación.
Salir del derrape es relativamente fácil, pero debe hacerse bien, de lo contrario pondremos en peligro nuestra seguridad. La clave esta en dejar de aplicar gas progresivamente mientras vamos enderezando manualmente el volante hasta que las ruedas traseras dejen de patinar y estemos circulando en línea recta. Si simplemente dejamos de dar gas repentinamente y no coordinamos bien la dirección el coche dejará de derrapar repentina y bruscamente, la violenta recuperación del agarre nos puede hacer perder el control.
Dicha pérdida de control se manifiesta en un fuerte latigazo lateral que en la mayor parte de ocasiones acaba en un humillante trompo con posibilidades de accidente grave. Una salida limpia del drift es extremadamente limpia y elegante, a la vez que permite encadenar más derrapes, por ejemplo en una pequeña serie de curvas. Todos los coches son diferentes pero con un poco de pericia, práctica y las condiciones correctas, se puede obtener mucha diversión al volante.
Si vas a intentar seguir los consejos de Chris Harris, hazlo en un lugar controlado o mejor en un circuito, un lugar donde no pones en peligro tu vida y la de los demás en caso de que algo salga mal – además de no dañar tu coche – ya que como mucho acabarías en la arena. La seguridad es lo primero y desde Diariomotor os recordamos que Chris Harris es un experto que no conviene emular si no cumplimos ciertas condiciones de seguridad. La diversión al volante siempre con cabeza.
Vía: driversrepublic
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