Con la boca abierta. Así me he quedado al comprobar el talento de un niño finlandés de 11 años a los mandos de un Mitsubishi Lancer Evolution II. Parece que la nórdica nación y sus constantes condiciones climatológicas adversas son todo un caldo de cultivo para excelentes pilotos, no hay más que ver a los señores Mika Hakkinen o Kimi Raikkonen. En un país donde para aprobar el práctico del carnet de conducir tienes que saber drifting parece lógico que desde la más tierna infancia los niños vayan motorizados.
Cuando yo tenía 11 años ya me gustaban los coches, pero ni siquiera me había sentado al volante de uno, entonces conducir me parecía una tarea sumamente complicada y fuera de alcance. Hoy en día sé conducir pero os aseguro que no puedo sostener derrapes sobre hielo de la manera que Heuvel Jr., de solamente 11 puede. Pertrechado para los rallyes y acompañado de una copilota se lanza a un helado trazado a los mandos de la berlina, preparada para la ocasión con neumáticos especiales.
Lanzado en el año 1993, el Mitsubishi Lancer Evolution II fue apenas una mejora del Lancer Evolution original, que no cambió sustancialmente hasta el Evolution V. Con un motor 2.0 Turbo de 256 CV y un par máximo de 309 Nm las excelentes prestaciones logradas quedaban empañadas por el excelente desempeño del coche en cualquier tipo de situación, especialmente fuera del asfalto, gracias a su contenido peso de 1.260 kg y su eficaz sistema de tracción integral.
En buenas manos es una bomba, y el chaval parece tenerlas.
Vía: zercustoms
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