El Protoscar LAMPO es otra de las novedades en materia de vehículos eléctricos programada para su presentación en sociedad durante el evento de Ginebra en la próxima semana. No se trata de un coche eléctrico cualquiera, como los que estamos acostumbrados a estos, sino que en este prototipo las posibilidades de control sobre la carga de energía son mucho mayores. Se la podría denominar carga inteligente.
La propulsión llega a cargo de dos motores eléctricos, cuya salida conjunta es de unos 268 CV con un par máximo de 440 Nm. Toda la energía de la que se abastecen estos propulsores proviene de unas baterías de ion litio de alta capacidad que a su vez reciben la electricidad de un sistema inteligente. Entre otras cosas permite que el propietario ajuste el nivel de carga que se realiza según horarios, muy útil cuando se tiene contratado una tarificación energética que varía a lo largo del día.
Aún con ello la pega es que a 240 Voltios constantes tarda unas 12 horas en cargar las baterías de forma completa, salvo que se le aprite el botón “boost” (no llamado así literalmente) con lo que su tiempo de carga se rebaja hasta las seis horas. Además para cargarlo cuenta con un conector retraído en su frontal para enchufar directamente a un conector de casa o del garaje, facilitando así enormemente el proceso de carga.
A pesar de que todavía no han sido desvelados datos acerca del rendimiento de este descapotable el equipamiento funcional que muestra es suficiente como para dedicarle al menos un pequeño espacio. Por comenzar por un punto, la medida de autonomía se le refleja al conductor a través del sistema de guiado GPS por en el que se cruzan los datos de consumo eléctrico, capacidad restante y tipo de tramos (curvas, cuestas, etc) por las que circula el vehículo.
También cuenta con innovaciones en seguridad como por ejemplo las luces LED verdes delanteras, que pueden ser controladas por el conductor para advertir de sus movimientos a los peatones. Está claro que habría que establecer un futuro código para estas indicaciones, más allá de lo que se haría con los simples intermitentes. La información es la máxima en este prototipo multiplicando las formas de conocer el estado del vehículo a través de los indicadores en el cockpit, en el navegador táctil o en un display central que se colorea según el estado de la carga.
Y tampoco se han olvidado del diseño, especialmente si pensamos es que se trata de un vehículo descapotable ahorrador. Sus curvas se definen con unas líneas tradicionales y unas formas más modernas para terminar con las ópticas redondas y unas llantas ligeras opacas que permiten mejorar la aerodinámica lateral. La carrocería está coloreada con una pintura especial más ecológica que las habituales, otro signo de las intenciones de sus creadores.
Protoscar LAMPO.
Vía: worldcarfans
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