Para la primavera de este año la sueca Volvo pondrá a la venta un nuevo S80, la generación actual de esta gran berlina con una serie de mejoras “cosméticas” ligeritas y una renovación más importante de sus motores con el nuevo D5 de 205 CV y el 1.6 DRIVe como banderas de potencia y economía respectivamente. El sedán de cuatro puertas orientado a un público más serio obtiene esta renovación con la anticipación de unos precios conservadores.
Cogiendo imágenes del S80 actual y comparándolas con éstas tan sólo se pueden apreciar unos muy suaves cambios en el exterior caracterizado por el distinto fondo de la rectangular calandra, con una mayor banda cromada que la cruza con el logo Volvo en el centro, junto a los nuevos detalles cromados situadas bajo las luces delanteras principales, en las entradas de aire o en la parte más baja de las puertas. Esta sutileza se traslada al interior donde únicamente se modifica la rueda de dirección y los diales están terminados en aluminio.
El nuevo motor D5, el 2.4 litros biturbodiésel de 205 CV, es la inclusión más interesante en la gama del Volvo S80 trayendo suculentas capacidades que le permiten alcanzar el magno número de los 230 kilómetros por hora y además acelerar en sólo 8 segundos hasta los 100 km/h, siempre y cuando se elija el cambio manual. La cuidada tecnología utilizada y el buen sistema de doble turbo permiten rebajar los consumos hasta valores muy atractivos: 6.2 litros/100 km / 164 gr/km de CO2 (cumple la normativa Euro5).
Por debajo justo de esta opción se erige una versión de la misma con menor potencia aunque igual par máximo, concretamente 175 CV y 420 Nm. En este caso el rendimiento cae ligeramente aunque menos en proporción con la mejora en gasto medio de carburante: 5.8 litros/100 km / 154 gr/km de CO2. Al igual que el propulsor anterior se puede equipar una caja de cambios manual de seis marchas o una automática Geartronic que incrementa en unas 4 décimas el consumo de combustible.
La gama del S80 también se hace más accesible al que pretenda maximizar su ahorro económico gracias a la nomenclatura DRIVe. Como ya ocurre en el compacto C30 el S80 DRIVe incorpora el propulsor turbodiésel 1.6 de 109 CV especialmente optimizado para reducir su consumo. A ello hay que sumarle una caja de cambios con las tres relaciones más altas alargada. El resultado final, medido en laboratorio, acalla al consumo hasta los 4.9 litros cada 100 km de media (129 gr/km de CO2) lo que significa ya sólo un 4.75 % de pago por su matriculación.
Atendiendo a un estudio realizado a los anteriores clientes del S80, la suspensión se ha endurecido ligeramente y la altura se ha reducido, en 2 cm en el tren delantero y en 1.5 cm en el tren trasero. El chasis deportivo además ha incorporado de serie la *”autonivelación”* para mantener al S80 lo más paralelo posible a la superficie por la que circula a pesar de los distintos desniveles.
Volvo S80 2009.
Vía: Volvo
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