Esta es una de esas imágenes de las que inmediatamente sospecharíamos. ¿Un photoshop? ¿El momento exacto de alguien adinerado que no vió el final del muelle? Pues va a ser que no, esta fotografía es totalmente real. Lamborghini no fabrica de serie versiones de sus deportivos con capacidades acuáticas (ni tampoco a petición, que yo sepa). Menos si cabe cuando hablamos de un modelo mítico que se ha dejado de producir hace casi 20 años.
Así que este Lamborghini Countach con las capacidades sobre el agua que poseía Jesucristo (genial apunte de Jalopnik) es una creación totalmente única. Todo apunta a que se trata de un trabajo de Sea Roader, especialistas reconocidos en la creación de vehículos anfibios sencillos y de transformaciones de otros modelos. Si revisamos su página web se puede encontrar hasta las instrucciones para contruir uno. En su lista de modelos aparecen algunos preparados para el rescate de víctimas en terrenos pantanosos y directamente creados para el ejército pero no aparece el Countach, lo que confirma que se trata de un trabajo personalizado.
Aunque cuesta de imaginar, ¿vosotros convertiríais vuestro deportivo para “caminar” sobre las aguas? Desde luego dependiendo de tus necesidades podría estar bien, por ejemplo si vives en una zona con un lago y te ahorras mucho tiempo yendo por el agua en lugar de rodear la orilla por carretera. Ahora bien, si tuviera yo un Countach o un clásico de similares características creo que lo dejaría intacto.
Por Diariomotor se han dejado ver creaciones oficiales de anfibios como el Iveco Terramare ATV o el pijo lujoso Rinspeed sQuba. Y otras no tan oficiales, como el Santana naval totalmente rudimentario (pero funcional ojo). No sé lo que opina la casa italiana sobre que otros hagan conversaciones extravagantes de sus modelos pero Ferrari desde luego no se quedó quieta ante la limusina 360 Modena.
Lamborghini Countach anfibio.
Vía: jalopnik
En Diariomotor: Lamborghini Countach, reportaje de 1985 | Lamborghini Countach, quizás el Lambo más admirado | Un Lamborghini Countach hecho a mano, desde el sótano a la realidad
