Hyundai ha presentado en Ginebra el sucesor de su crossover Tucson, que pedía a gritos un relevo de generación. Este prototipo estrena el futuro lenguaje de diseño de la marca coreana.
Uno de los problemas de la gama de Hyundai es la falta de cohesión entre sus modelos, los rasgos comunes entre ellos son pocos o inexistentes. Algo que debería cambiar con la incorporación del nuevo frontal con rasgos hexagonales.
El ix-onic talla 4.400 mm de largo, 1.850 mm de ancho y 1.650 mm de alto, unas dimensiones que lo hacen levemente más pequeño a compañeros de segmento como el Q5. Los faros delanteros cuentan con un mecanismo capaz de cambiar su diseño interior y se ven favorecidos por el uso de diodos LED.
El motor es un 1.6 GDi turboalimentado, sus cuatro cilindros son capaces de entregarnos 170 CV y por primera vez hace acto de presencia una caja de cambios de doble embrague en un modelo de Hyundai. Otro de los elementos tecnológicos incluidos que rebaja el impacto medioambiental es el sistema tipo stop-start que reduce los consumos parasitarios del motor, así las emisiones de CO2 quedan en tan sólo 149 gramos/km.
El interior se ha tapizado en cuero color crema y la iluminación de la instrumentación es azul, contrastando con esto nos encontramos elementos de magnesio de aleación ligera. Los altavoces integrados en las puertas se encuentran en una posición más elevada de lo habitual para mejorar la calidad sonora, para terminar los retrovisores montan un sistema que avisa en caso de que otro coche se encuentre en el ángulo muerto.
Hay que reconocerle a Hyundai el gran esfuerzo que está realizando por ofrecer unos coches que resulten atractivos al consumidor, quitándose parte de ese regusto a marca barata que era tan común en sus modelos hace bien poco.
Hyundai ix-onic
Vía: Autoblog
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