No hay que perder la concentración después de que se ha tenido suerte, aunque tampoco habría que hacerlo antes de tenerla. Eso deberían habérselo dicho a este portugués que se dispuso a disfrutar de su fabuloso BMW M3 por la pista del Autódromo Algarve durante un nublado día. Al final fue bastante nublado para el propio coche.
Jugando con las curvas y en compañía de unos amigos terminó saliéndose de pista después de una de ellas, quedando paralelo a lateral sin haber rozado en la carrocería con ningún protector. Con lo cual era de suponer que sólo tendría algún pequeño rascazo en los bajos y quizás algo de tierra en los pasos de rueda. El primer vídeo da cuenta de la salida de pista desde la visión del acompañante. Lo bueno viene después.
Una vez han salido del coche siguen grabando y comentan la “jugada”, con la amplia visión de las marcas dejadas en el asfalto. Entonces llega el momento de sacar el coche de su lugar para reengancharlo a la pista y precisamente eso es lo que ocurre, se engancha. Al trata de volver a la carretera el pequeño canal situado entre la calzada y el arcén destroza parte del parachoques delantero quedándose atrapado, apoyado sobre el chasis y con las ruedas traseras sin capacidad tractora. Ya se siente mucho dolor.
El último vídeo da buena cuenta de los desperfectos, apreciándose que además de varias partes del coche que se han ido al “garete” también se han cargado la cubierta metalizada del canal. En definitiva, el M3 se salvó a la primera pero no de la segunda, gracias a las prisas y a la torpeza del conductor. ¿No hubiera sido mejor llamar a una grúa?
Los tres vídeos del M3 en el Autódromo del Algarve:
Vía: autoblog.nl
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