Barack Obama, presidente de los EEUU, había reclamado cambios muy claros en General Motors y Chrysler para concederles más ayudas. Bajo el punto de vista del ejecutivo de Obama, GM ha presentado un plan de viabilidad demasiado optimista y no ha cumplido los compromisos económicos que se le habían impuesto. El 31 de marzo GM debería alcanzar un grado de reestructuración a todas luces fuera de alcance. Ante tal perspectiva el presidente de los EEUU ha pedido a Rick Wagoner su dimisión.
El que fuera Consejero Delegado de General Motors desde el año 2000 ha aceptado y ha cedido su puesto a Fritz Henderson, presidente de operaciones del gigante estadounidense. Wagoner fue en parte el responsable de tomar decisiones equivocadas, entre ellas no haber dado un claro giro hacia la movilidad eficiente y haber abusado en exceso de los SUVs. Por otra parte, nadie podía preveer la crisis, que ha cogido a General Motors con el culo al aire en muy mala situación, dejándola al borde de la quiebra.
¿Podría haberse evitado esta situación? Es posible, pero es tarde para lamentarse y debemos recordar que la crisis es de carácter global. En su despedida Wagoner animaba a los trabajadores a luchar por General Motors y aseguraba que la empresa superará la crisis. Mientras se negocia la concesión de más ayudas económicas, Obama vuelve a insistir en que la bancarrota controlada (Chapter 11) es posible si no prosperan las medidas del Gobierno. Ante este anuncio la cotización en bolsa de las acciones de GM caía un 30%.
Vía: World Car Fans
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