William Henry Gates III, cofundador de Microsoft y padre del sistema operativo más usado del mundo (Windows), decidió abandonar a finales del año pasado sus labores directivas diarias al frente del gigante de la informática para dedicarse a otras labores, principalmente filantrópicas. Pero parece que aparte de recorrer el mundo repartiendo parte de su fortuna entre los más necesitados también ha tenido tiempo de participar, junto a otras 9 personas, en el proyecto de un motor de combustión interna electromagnético.
La patente, publicada el 9 de abril aunque registrada en octubre de 2007, recoge su idea de un motor electromagnético que convierte la energía mecánica generada por el movimiento cíclico del pistón en energía eléctrica, muy útil, por tanto, para su instalación en coches eléctricos. También han presentado dos versiones adicionales, una basada en el diseño de pistones libres – una tecnología muy antigua pero en desuso que está empezando a investigarse de manos de grandes fabricantes – y otra de pistones opuestos, en la que en cada cilindro hay dos pistones opuestos, uno en cada extremo.
Dado que se trata de un motor de combustión interna, sigue haciendo falta un combustible que genere la explosión que produce el movimiento mecánico del pistón, pero en la patente no se alude específicamente a ningún combustible en concreto, si no que hablan de unos inyectores de combustible líquido y un carburador. También se alude a la posibilidad de incorporar inyectores de plasma. El plasma es el cuarto estado de la materia, y se trata, de manera muy resumida, de un gas con unas propiedades electromagnéticas muy peculiares, para más información visita la entrada de plasma en Wikipedia.
El funcionamiento parece basarse en la idea de un conjunto de pistones a los que se acoplan unos electroimanes, en ambos extremos del cilindro, que facilitan el recorrido de los pistones. De esta manera, cuando el pistón alcanza la parte superior del cilindro y explota la mezcla, éste baja inmediatamente ayudado por la fuerza magnética. La energía eléctrica generada puede ser almacenada en baterías, condensadores o en cualquier otro sistema.
No está muy claro el funcionamiento real de este tipo de motor, ya que aún es solo una idea de laboratorio. Pero, ¿os imagináis que esto acaba funcionando y se convierte en la tecnología de los motores del futuro? Ya sería la segunda vez que Bill Gates revoluciona la manera en la que el mundo hace las cosas, ya lo hizo en los 80 con MS-DOS y Windows, y puede que lo vuelva a hacer con este motor. ¿Qué os parece? ¿Le veis futuro?
Vía: Menéame >> Tom’s Hardware
Patente: US Patent & Trademark Office
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