Esta mañana Fritz Henderson – el nuevo Consejero Delegado de General Motors tras la marcha de Rick Wagoner – presentaba a los medios el nuevo plan de viabilidad del gigante americano. La administración de Obama había exigido a GM un esfuerzo más amplio y profundo destinado a reducir costes todo lo posible y sacar a la empresa de los números rojos. Además es una condición indispensable para que obtengan 15.000 millones de dólares adicionales en créditos de bajo interés avalados por el Estado.
Si GM no prueba que los 15.400 millones de dólares ya recibidos no han surtido un efecto claro, la bancarrota les espera el día 1 de junio. Antes de analizar los pormenores, lo que más nos ha impactado es la muerte oficial de Pontiac, que dejará de venderse a principios del año que viene, cuando el stock se agote. La noticia es desde luego triste, más teniendo en cuenta que el reputado fabricante de deportivos asequibles fue parte de GM desde 1909, aunque la producción de vehículos en serie comenzase en 1926.
Recientemente su posicionamiento estaba algo en entredicho, con vehículos Chevrolet y Saturn muy mezclados en su nicho de mercado. Su organización ha sido caótica los últimos años, a pesar de contar con vehículos muy buenos como el coupé G6, el pequeño Solstice o el brutal G8 importado de Australia, las ventas estaban de clara capa caída, efecto que con la crisis se ha agravado. Ya que GM se va a quedar con sólo cuatro marcas – Chevrolet, Cadillac, GMC y Buick – la hora final ha llegado para Pontiac.
En el recuerdo quedan vehículos como el Pontiac GTO de mediados de los años 60, un gran coupé que empezó la fiebre por los muscle car, dando lugar a clásicos como los Dodge Charger o Plymouth Barracuda que marcaron toda una época. En los años 70 fueron lanzados los espectaculares Firebird, y seguro que todos recordáis el Firebird Trans Am de “El Coche Fantástico”. Aunque la marca deje de fabricarse su espíritu perdurará por muchos años en los corazones de los aficionados.
El Plan incluye también la venta o liquidación de Saturn, Hummer y Saab, esta última ya en proceso de independencia. El número de modelos ofrecidos por GM se reducirá de manera drástica, pasando de casi 50 modelos en 2008 a 34 modelos en 2010. Las vacas flacas también llegarán a los concesionarios de los que la empresa es propietaria, más de 6.000. Cerrarán sus puertas casi la mitad, quedando en activo 3.605 a finales del año que viene.
Finalmente, se cerrarán 16 fábricas de los 47 sitios productivos que General Motors tiene en EEUU. La sangría de puestos de trabajo será inevitable, se ha anunciado el despido de 23.000 trabajadores, fundamentalmente eventuales y temporales. En el plano financiero, la empresa aún debe a diferentes acreedores 28.000 millones de dólares. Para paliar en parte esa deuda han anunciado que la intercambiarán por acciones, 225 acciones por cada 1.000$ de deuda.
Vía: Automotive News, Carscoop, Jalopnik
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