Una vez nos hayan hablado del Audi TT-RS tan sólo queda a uno una cosa, poder probarlo en sus propias carnes. De momento todavía no es posible pero sí que nos han dejado saborear un poquito la dulce miel de su diseño durante su estancia en el Salón de Barcelona. Supuestamente no era la gran presentación de Audi en el evento pero se ha llevado la mayor parte de las atenciones.
En una primera aproximación el Audi TT-RS, sin llegar a ver la hermosa chapita roja de la parrilla que indica que no es un TT convencional, ya obtenemos las señas con su particular paquete aerodinámico. La parte frontal, llena de belleza con sus luces LED y spoilers salientes invitan a avanzar por su físico para apreciar todas sus dimensiones. El TT-RS del salón estaba vestido con un color gris daytona efecto perla y unas llantas de aleación de generosas dimensiones y cinco radios.
Aunque no estuviera vestido con las elegantes llantas de doble radio típicas de las sagas S-Line, los grandes discos de freno perforados lucían perfectamente. Sin embargo los detalles que bien apreciarán los entendidos estaban perfectamente a la vista en el interior, que como en un TT está cuidado pero en este caso muy especialmente con particularidades que firman las diferencias en las distancias más cortas. El TT-RS es un mundo de cromados y de cuero, orquestado para no caer en excesos y brillar de forma inigualable.
Después de los asientos deportivos en cuero, recogedores al máximo y con el aporte de sensación deportiva necesario, el cockpit es una de las partes más bonitas del conjunto. Rojo, gris y blanco son los colores que adornan el velocímero y el tacómetro con el detalle “TT RS” inscrito en el centro. En este juego aparece también la chapita de la base del volante y el pomo del cambio en metalizado con una línea circular roja.
Es difícil olvidar los detalles que convierten al TT-RS en una bomba, pero por si acaso hagamos un pequeño repaso. Bajo el capó perlado, la tecnología TFSI mueve un cinco cilindros de 2.5 litros adosado a un turbo que desenvuelve en total 340 CV de potencia y 450 Nm. La tracción es lógicamente a las cuatro ruedas y la transmisión manual de seis marchas. Para correr hace falta deshacer su limitación a 250 km/h de velocidad máxima pero se puede notar su garra tan sólo a 100 km/h, a los que llega con gran fuerza en sólo 4.6 segundos.
Será complicado verlo pero sabremos más cosas de él seguro y entrará en comparativas con los más grandes. El Nissan 370Z es el que debería echarse a temblar pero incluso un gran icono como es el Porsche Cayman tendrá que vérselas con él.
Audi TT-RS en el Salón de Barcelona
En Diariomotor: Audi TT-RS