Este fin de semana se congregaron más de 60 deportivos Ferrari en una concentración organizada por el Club Ferrari España en Toledo, una ciudad patrimonio de la humanidad a tan solo 80 km de Madrid, que sirvió de escenario para este evento privado cuya sede fue el lujoso Hotel Hilton Buenavista. Una oportunidad única para disfrutar de las ultimos modelos del cavallino rampante junto a los clásicos más emblemáticos conservados excelentemente por sus propietarios y en un estado digno de exponerse en un museo.
La verdad es que cualquier amante de Ferrari hubiera disfrutado de lo lindo entre tanta caballería. Los F430 y F360 eran claramente mayoría y entre ellos destacaba algún Ferrari 599 GTB. No obstante como os podeis imaginar allí había de todo, algún F355, un F456 M, incluso algunas rarezas como un F575 Maranello cuya “nariz” sobre el capó y las branquias tras los pasos de rueda delanteros nos revelan que a diferencia de la mayoría de modelos Ferrari, éste tenía motor delantero. Incluso se pudo ver todo un superdeportivo clásico como es el Ferrari 308 impecablemente conservado despues de más de 30 años.
No obstante el plato fuerte de la cita fueron otras joyitas que ciertamente son difíciles de ver un día cualquiera por la calle, por lo limitado de su producción y sobretodo por el mimo con que sus propietarios cuidan de un superdeportivo tan exclusivo acudiendo a estas concentraciones con su flamante bólido cargado en una grúa. Evidentemente nos referimos al Ferrari F40 que dejó ver estos días en Toledo. Uno de los Ferrari más emblemáticos de la historia que despues de 20 años de que se presentase por primera vez, sigue sorprendiendo a propios y extraños con su carrocería más cercana a un bólido de competición que a un vehículo de calle y un sonido difícil de olvidar…
Por si no fuera poco a escasos metros estaba aparcado un flamante Ferrari F50 amarillo, concretamente uno de los escasos 349 que se fabricaron y entregaron en todo el mundo. Una joya tan exclusiva que durante la mayor parte del tiempo que permaneció aparcado a la interperie en la entrada del Hotel Hilton Buenavista estuvo cubierto con una lona y debajo de una gigantesca sombrilla.
Otro de los más llamativos y exóticos que acudieron a esta concentración fue un Ferrari 512 TR preparado por Koenig con un doble turbo y más de 700 cv de potencia. Me sorprendió la cantidad de nostálgicos que preguntaban por el mítico Testarossa, aún más despues de que se corriese la voz de que éste estaba potenciado y preparado.
Lo más curioso de esta convocatoria es la cantidad de deportivos “infiltrados” entre tanto cavallino rampante, de hecho se dejó ver algún Lamborghini, algunos Maserati, varios Porsche 911 Carrera, incluso un flamante Aston Martin DBS. Pero de entre todos estos vehículos de gama muy alta el único que podía hacer sombra a tanto Ferrari era un impresionante Porsche Carrera GT gris plata que nos recordaba que en Alemania tambien saben hacer superdeportivos…
En fín, lo único que eché en falta de esta Concentración de Ferrari es que hiciesen un paseillo por la ciudad y la revirada carretera de El Valle, una zona que ofrece las mejores vistas de la ciudad y el lugar perfecto para disfrutar de un deportivo, más aún si éste es descapotable, y hacer una buena sesión de fotos. Evidentemente nos podemos hacer a la idea de lo complicado que puede ser llevar una hilera de superdeportivos por unas calles donde ya es muy difícil moverse con un simple utilitario.
Pese a todo nosotros estuvimos allí y pudimos disfrutar de esta “manada” de espectaculares deportivos, cuyos propietarios mostraban orgullosos en un evento en el que tuvieron la oportunidad de visitar Toledo y los alrededores y pasar un fin de semana compartiendo experiencias con otros propietarios de automóviles Ferrari. Por cierto, hubo propietarios que asistieron a la concentración desde lugares tan lejanos como Suiza o Andorra.
Concentración de Ferrari en Toledo
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