Hace un tiempo se instauraron en varias vías de acceso a Barcelona límites de velocidad variable. En función del tráfico o las condiciones metereológicas, la velocidad puede variar en tramos de 10 km/h hasta un máximo de 40 km/h a la baja. En las dos principales vías de acceso a la capital de Cataluña, la autovía de Castelldefels (C-31) y la autopista del Garraf (C-32) – que ya cuentan con un límite genérico de 80 km/h – los radares empezarán a multar si se supera el límite variable.
Si el límite es de 70 km/h porque está lloviendo y vamos a 80 km/h nos llevaremos a casa una foto y una sanción económica. Esta noticia es significativa por el hecho de que antes no ocurría nada si no respetábamos el límite de velocidad variable, los radares empezaban a multar a partir de los 88 km/h reales, un margen de error del 10% sobre el límite de velocidad genérico de la vía. Si la implantación del límite a 80 km/h resultó polémica, esta nueva medida tiene muchas posibilidades de serlo también.
El Servei Català de Trànsit (SCT) – el equivalente a la DGT en el resto de España – recuerda que este sistema pionero en España tiene como objetivos “reducir congestiones, mejorar la seguridad viaria y contribuir a la mejora de la calidad del aire”. Esta medida entra en vigor a partir del próximo día 1 de junio, en dos lunes. A modo de recordatorio, en toda España cambia el procedimiento sancionador en tráfico, una medida que aún no tiene fecha de entrada en vigor, pero que apunta a finales de año.
Vía: Motorpasion > El Mundo Motor
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