Aunque nos los vemos por las calles las ofertas de coches eléctricos están ahí y siguen creciendo. Recientemente se ha sumado la empresa suiza BRUSA presentando el Spyder, un descapotable ligero propulsado por esta energía invisible.
Lo primero que salta a la vista es que hay una inspiración muy clara en Porsche, si nos ponemos muy maniáticos en el 550. Esta es una de las razones que hacen pensar que de momento es un prototipo para enseñar hasta dónde puede llegar la tecnología eléctrica para soportar deportivos con cero emisiones contaminantes (siempre suponiendo que la fuente de partida de la electricidad sea ecológica).
La propulsión del Spyder es trasera con dos motores eléctricos “in-wheel”, es decir dentro de cada una de las ruedas, con un total de 260 CV de potencia. Desarrolla un par máximo de 2.200 Nm, casi nada al aparato para realizar aceleraciones de infarto pero algo malo tenía que tener. De momento tiene una autonomía bastante reducida, con sólo 125 kilómetros a una velocidad media de 80 kilómetros por hora.
¿Demasiado poco? Vistos los valores así a secas desde luego pero da la casualidad de que sus baterías cargan al 100 % en sólo 4 horas. Un tiempo que se puede reducir si se circula con la capota cerrada, no sólo por la menor resistencia al aire, sino porque en ella hay una pequeña placa solar que ayuda a aportar energía a las baterías.
Imaginando un uso para la urbe, en plan paseo al aire libre, o para realizar una pequeña carrera en circuito pues no parece un valor demasiado malo.
Bienvenidas sean las propuestas que mezclan deportividad, ciertamente limitada, con ecología. Aunque para que llegue al nivel del Tesla Roadster todavía le queda bastante. Más cerca está el Protoscar LAMPO también procedente del país alpino.
BRUSA Spyder
Vía: motorauthority
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