Chris Harris es un afamado piloto probador de Drivers’ Republic y Autocar. Hace un tiempo nos enseñaba a driftear un BMW M5, sin embargo hoy no nos enseñará nada, está ocupado exprimiendo al máximo en circuito a los dos compactos deportivos más radicales jamás creados. Hablamos del brutal Ford Focus RS y el aligerado Renault Mégane R26.R, que se enfrentarán en el trazado británico de Silverstone GP por el mejor tiempo de vuelta. El coche que venza en esta prueba definitiva será coronado rey de los hot-hatches.
Hagamos un repaso a los contendientes. El Ford Focus RS se ha creado para ofrecer el máximo rendimiento sobre el asfalto. Cuenta con un exclusivo diferencial autoblocante mecánico y un esquema de suspensiones RevoKnuckle diseñado para minimizar el par de giro y el paso por curva. Su 2.5 turbo de origen Volvo entrega la impresionante cifra de 305 CV y 440 Nm de par máximo, dirigidos en exclusiva a las sufridas ruedas delanteras. Sobre el papel es superior al Mégane, pero por un margen realmente estrecho.
Acelera hasta los 100 km/h en 5.9 segundos y su velocidad máxima es de 262 km/h. Sin embargo, pesa la friolera de 1.468 kg, un factor que le hace perder agilidad en curvas lentas, lastrado por el peso del propulsor. Silverstone debería favorecer al Focus frente al Mégane, las curvas son en su mayor parte rápidas y abiertas, y hay varias rectas ideales para exprimir a fondo los 305 CV de los mejor de Ford Rallye Sport. ¿Puede el Mégane hacerle frente? Por supuesto que sí, y el Focus debería tenerle miedo.
Su 2.0 Turbo entrega 230 CV, son 75 CV menos que el Focus, pero también pesa más de 200 kg menos, parando las escalas en 1.230 kg. Acelera de 0 a 100 km/h en 6.0 segundos y su velocidad punta es de 235 km/h, aunque no es un dato demasiado relevante. El caso es que el Mégane ha nacido para el circuito, está aligerado mediante la fibra de carbono y la supresión de equipamiento, cuenta con autoblocante, neumáticos semi-slick y una puesta a punto del chasis simple y llanamente sublime.
Ya ha sido capaz de vencer sin problemas a todo un Caterham, superando al deportivo ligero en agilidad y prestaciones. A pesar de que su relación peso-potencia de 188 CV/tonelada es menor que los 205 CV/tonelada del Focus, podría darle muchos sustos. Veamos de que es capaz.
El tiempo logrado por el Ford es de 2 minutos y 22 segundos, mientras que el Renault ha sido tres segundos más rápido, sólamente 2 minutos 19 segundos. Está claro que el Mégane R26.R es el mejor compacto deportivo jamás creado. Chris destaca que es mucho más ágil que el Focus en las curvas, y que es prácticamente imposible descolocarlo, sus neumáticos semi-slick tienen un agarre excepcional. El Ford se muestra más pesado en curvas lentas, y subvira más debido a su reparto de pesos.
Queda demostrado que no todo es potencia o prestaciones en línea recta. El paso por curva ha demostrado beneficiar al tiempo final del Renault, a pesar de que Harris estiraba demasiado algunas marchas, llegando al corte de inyección en ocasiones. Con independencia del ganador, ambas máquinas son dos de los mejores deportivos del panorama actual, capaz de hacer frente a superdeportivos del calibre del Nissan GT-R o Porsche 911 GT3. A buen seguro están destinados a ser clásicos futuros.
Gracias por el enlace Jairo.
Vía: Drivers Republic
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