El Ford Fusion es un modelo utilitario con aires de monovolumen que se comercializa desde hace varios años en nuestro país. No es uno de los éxitos de ventas de la marca americana en nuestro país ha tenido una cierta cota de mercado para personas que buscan un acercamiento entre la facilidad de movimiento ofrece un vehículo corto y algunas habilidades de los monovolúmenes.
En esta primera parte de la prueba vamos a darle una vuelta de tuerca al diseño, a la habitabilidad y al juego que da su interior además de comentar su equipamiento. Para la segunda parte hablaremos de su dinámica, su precio y los rivales que tiene.
Ford Fusion 1.6 TDCi Urban» alt=»Prueba del Ford Fusion 1.6 TDCi Urban»/>
Diseño y calidad
Lo cierto es que su camino en el mercado es amplio y su diseño lleva la estampa del Ford de hace 5 años al menos, con detalles significativos como sus grandes ópticas o su enrejado delantero más al estilo de algunos todoterrenos. El Fusion bebe de plásticos para multitud de elementos y aporta ese aspecto incluso por fuera. Su línea alta hasta la zaga termina en un gran portón y en unas ópticas alargadas que favorecen al menos que se le vea bien por detrás.
Por dentro hay telas y plásticos, con diferentes diseños pero sin dar un aspecto de gran calidad. La peor sensación que aporta se encuentra en las partes no embellecidas ni tapizados, ahí si que se nota de verdad que estamos ante materiales baratos Esta austeridad se confirma con la ausencia de cualquier color vivo, ni siquiera en alguno de los tapizados menos convencionales sin embargo tampoco es de los más apagados que he visto.
Habitabilidad
El Fusion es, como ya mencioné, una curiosa combinación entre utilitario y monovolumen con ciertas reminiscencias de pequeño todoterreno (aunque sólo sea a la vista). Mide 4.02 metros de largo, más o menos lo mismo que un Ibiza por ejemplo, y es poco ancho con sus 1.7 metros. Su 1.5 metros de altura permite ofrecer una mayor sensación de espacio.
Lo cierto es que estas medidas dejan bastante libertad para ocupar el habitáculo con cinco adultos, a pesar de que en las plazas traseras el que vaya en el centro no irá muy cómodo si tiene a compañeros un poco anchos. Las plazas delanteras ofrecen una sensación de gran visibilidad a través del amplio parabrisas y son lo suficiente espaciosas para una persona de 1.8 metros de altura. Ayuda la inclinación ajustable de la dirección en el caso del conductor o la forma del salpicadero en caso del acompañante.
De cara a las fila trasera los asientos son cómodos pero no realizan prácticamente ninguna sujección a la hora de las curvas pronunciadas. Sentado en ellas no se nota una sensación especial de altura pero a la hora de acceder al habitáculo sí que se nota una gran facilidad por la amplitud de las puertas y la distancia libre al suelo. Obviamente el asunto del espacio para las rodillas en esta parte es algo escaso pero que resulta suficiente si van dos personas como máximo.
La máxima para parecer un monovolumen es la capacidad de juego con el espacio que existe. Como hemos comentado el volumen interior es amplio en altura pero resulta algo corto en según qué distancias, pero éste se puede reconfigurar de varias maneras. En primer lugar porque, a diferencia de incluso algunos monovolúmenes, el asiento del acompañante se puede abatir para dejar una superficie prácticamente plana. Sirve quizás para que el que se siente detrás pueda estirar las piernas o para apoyar algo, pero en este caso sería recomendable usar una sujeción.
Lógicamente los asientos traseros se abaten, en dos piezas y con la combinación clásica de 60/40. Tienen un detalle interesante de seguridad puesto que en cuanto se desengancha alguno de ellos se levanta un testigo en color rojo, con lo que es fácil saber si en algún momento se ha dejando incorrectamente instalado. Al bajar todos los asientos se crea un gran volumen de carga con el que se puede jugar bastante, sobre todo porque al quitar la bandeja se obtiene mucho juego al aprovechar el espacio que queda hasta el techo en esta zona.
Al máximo se puede conseguir un total de 1.175 litros de volumen. El maletero, por sí solo con todos los asientos instalados y la bandeja colocada, se queda en unos significativos 375 litros. El escollo principal que tiene es que los pasos de rueda no permiten colocar maletas u objetos bastante anchos de forma recta pero son relativamente aprovechables colocando bolsas gracias a unos ganchos situados a los lados.
Hay otros detalles que nos acercan más a la idea de monovolumen y es el de los huecos para portar objetos. Los básicos están situados en las bases de las puertas delanteras, con un espacio diseñado especialmente para transportar bebidas sin que se caigan. El copiloto cuenta con una guantera típica, no demasiado voluminosa pero suficiente para algo más que la documentación del coche, y además encima de ésta se encuentran tres pequeños huecos para llevar papeles o pañuelos por ejemplo.
La jugada más importante en este aspecto está en la parte central del salpicadero. En la parte superior, pegado al parabrisas, está una caja integrada con un cierto fondo, perfecto para guardar objetos que no se quiere que queden a la vista como por ejemplos unas llaves. La superficie lisa del mismo no impedirá que lo que se lleve ahí se pueda mover y hacer ruido. Más a mano existe un pequeño hueco en la base de la consola central, con un cilindro que actúa como cenicero pero que puede ser removido para darle otros usos a ese espacio.
Equipamiento
El acabado Urban4 no está disponible para su adquisición actualmente pero hace unos meses suponía el Fusion más completo exceptuando los extras. A pesar de ello en algunos aspectos se queda especialmente corto, por ejemplo en el de la seguridad. ABS con distribución de frenada, faros antiniebla o airbags delanteros son los de base y únicamente se puede ampliar con airbags laterales pero no hay opción al control de estabilidad por ejemplo.
Sí cuenta con volante de cuero, retrovisores eléctricos, cierre centralizado con mando a distancia o radio CD pero no con aire acondicionado o climatizador por ejemplo, que únicamente son opciones a mayores. El apartado estético es completo en este nivel pues se arreglan los parachoques y los embellecedores con el color de la carrocería y se incluyen llantas de aleación.
Entre las opciones más tentadores se encuentran el ordenador a de bordo, el parabrisas térmico, el sensor de aparcamiento, etc. La comodidad de los pasajeros se puede mejorar con un techo solar o con un detalle básico para cualquiera de nosotros, el reposacabezas central trasero que aún así es una opción.
De serie con el acabado Urban4:
– Seguridad
- ABS con distribución electrónica de frenada (EBD)
- Airbag de conductor y acompañante
- Faros antiniebla
– Diseño
- Molduras laterales y parachoques en el color de la carrocería
- Protectores del paragolpes en color negro
- Llantas de aleación de 5 radios, 15” de diámetro
– Confort
- Cierre centralizado con mando a distancia
- Retrovisores exteriores eléctricos
- Elevalunas eléctricos (sólo en las puertas delanteras)
- Luz de cortesía con retardo de apagado
- Columna de dirección y asiento del conductor ajustables en altura
- Asiento de acompañante abatible, asientos traseros abatibles en 60/40
- Radio CD 6000 RDS
- Volante de cuero
– Extras para el acabado Urban4:
- Airbags laterales delanteros
- Ordenador de a bordo (instalado en la unidad de prueba)
- Parabrisas térmico
- Reposacabezas trasero central (instalado en la unidad de prueba)
- Sensor de aparcamiento trasero
- Aire acondicionado
- Climatizador (instalado en la unidad de prueba)
- Cristales tintados en puertas y luneta trasera (instalados en la unidad de prueba)
- Retrovisores abatibles eléctricamente
- Techo solar
- Sensor de lluvia y encendido automático de faros
- Pintura metalizada
- Radio CD 6006 RDS (instalada en la unidad de prueba)
- Conector auxiliar para reproductores externos
- Bluetooth y control por voz
- Rueda de repuesto de emergencia (instalado en la unidad de prueba)
Prueba del Ford Fusion 1.6 TDCi Urban
En Diariomotor: Prueba del Ford Fusion 1.6 TDCi Urban, segunda parte