Con orígenes en la alta competición, los frenos cerámicos de carbono se han ido abriendo paso a los coches de mayor rendimiento, siendo imprescindibles en todo vehículo que aspire a la etiqueta de superdeportivo. Una nueva alianza de la prestigiosa Brembo con el especialista en fibra de carbono SGL pretende hacerlos más asequibles, alcanzando así una mayor cuota de mercado.
El resultado de esta alianza será una nueva compañía con cuarteles generales en Milán y trabajará en el desarrollo de frenos de carbono para coches de pasajeros y comerciales, además de rebajar su coste de producción para que estos puedan montarse en un rango mayor de vehículos.
Las estimaciones de Brembo calculan que se venderán cerca de 70 millones de euros en frenos de carbono de forma anual, de los que una buena porción serán atornillados a coches como Aston Martin, Bugatti, Lamborghini o Porsche entre otros.
El principal paso para rebajar los precios de estos elementos es la optimización del proceso de producción que actualmente incluye pasos que han de realizarse a mano o de forma semiautomática. La total automatización de la creación aportaría una mayor producción, oferta y por lo tanto una inevitable bajada de los precios.
Vía: Motor Authority
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