¿La propia naturaleza puede inspirar a las máquinas? Cuando el comportamiento de la misma es eficiente, y así suele ser, entonces desde luego. Los cocodrilos son la fuente de inspiración para este curioso vehículo llamado Spira Foam.
Está capacitado para que un pasajero pueda circular por tierra y que no se hunda si se va al agua, lo que ya son funciones muy útiles (especialmente esta última). Aunque aquí lo más interesante es que está diseñado inspirándose en los cocodrilos, o más bien en la fabricación de sandalias con su piel. Lo que se ha buscado además es el menor peso posible utilizando materiales como el plástico o la espuma que cubre gran parte de su exterior.
Con su forma y esta espuma además se protege a un posible viandante al que se le pueda atropellar. El Spira Foam sólo pesa 137 kilogramos, lo que lo hace fácilmente transportable incluso a mano por una sola persona. Toda esta masa y la del conductor se apoyan en tres ruedas, dos de ellas traseras a través de las que se realiza la propulsión. Aparentemente también puede transportar a otra persona pero seguro que con muy poco espacio sobrante.
Aunque utiliza un motor de scooter, un 110 cc, es más que eficiente gracias a su peso. Es capaz de mantener un consumo de sólo 2.35 litros cada centena de kilómetros, o lo que es lo mismo necesita sólo un litro para circular durante 35 kilómetros. Aún por encima en el asfalto puede aportar suficiente fuerza para circular hasta a 113 kilómetros por hora, aunque yo no me sentiría demasiado seguro a tal velocidad siendo el plástico su principal material.
En los dos siguientes vídeos se puede apreciar que además de todas estas bonanzas del Spira Foam también sirve para divertirse. Como original idea no tiene discusión pero su utilidad práctica no es demasiada que se diga.
Vía: jalopnik
Más información: spira4u
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