En el año 1953 se fabricaba la Volkswagen Bus, una furgoneta muy práctica que nosotros conocemos como “Transporter”. Marcó un hito en su tiempo, por ventas y porque con el tiempo fue saltando de generación en generación para convertirse en un auténtico mito. Ahora pocas unidades quedan “en pié”.
Sin embargo con las que hay se puede sacar mucho juego y llegar a récords inútiles aunque divertidos. Un equipo alemán dedicado a preparaciones para “drags” ha cogido la furgoneta y le ha cambiado el pequeño motor original, de 1.6 litros de cilindrada y 50 CV, por un más potente atmosférico de 2.8 litros, procedente también de Volkswagen, con nada menos que 253 CV y 330 Nm de par máximo.
Con algún que otro cambio a mayores para soportar cinco veces más caballaje se fueron a Santa Pod, en el Reino Unido, donde se celebra el campeonato de drag europeo a probar suerte. Un buen lugar para poner a prueba la capacidad de arranque desde cero de la Transporter usando la medida, casi universal, del “cuarto de milla”. La Transporter realizó un tiempo de 12.85 segundos para recorrer de 0 a 402 metros, a una velocidad máxima de 165 km/h.
Puede parecer poco o mucho pero si comparamos con algunos deportivos se resuelve la duda. Por poner sólo un par de ejemplos, el Nissan 370Z recorre el 25% de la milla en 13.3 segundos mientras que todo un Ford Mustang GT se lo ventila en 0.2 décimas más que éste. Si lo comparamos con algo más “gordo” como es el SLR McLaren esta especial Transporter tan sólo tarda 1 segundo más.
Nada que discutir en cuanto a sus números pero viéndolo desde otra perspectiva resulta más o menos sencillo llegar a tales niveles cogiendo un vehículo ligero, aunque sea tan antiguo como la Transporter, y poniéndole una burrada mucha más potencia.
Aunque no disponemos de más imágenes o de secuencias de la prueba os dejamos una pequeña recopilación de “lo que se puede hacer con una Volkswagen Transporter”.
Vía: worldcarfans
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