Randall Reed Ford muestra nuevamente su trato especial al Ford Mustang con una completa preparación de este muscle car por todo lo alto, con más deportividad y más potencia pero sin “salir de casa”.
El Reed Speed Mustang carga esencialmente con un propulsor V8, el del Mustang GT, vigorizado y vitaminado al que le han añadido, como ingrediente más importante de la receta, un par de turbocompresores GTK350. El bloque de 4.6 litros de desplazamiento y que originalmente producía 315 CV de potencia salta el abismo hasta regalar 700 CV. Junto a los turbos hay más cambios como una completa reprogramación de la centralita o un intercooler personalizado.
Este corazón explosivo deriva toda su fuerza a las ruedas traseras a través de un cambio manual, no exactamente el de serie sino uno de seis velocidades que está mejor preparado para asumir la mayor cantidad de par que desarrolla el motor. Las desconocemos pero sus tiempos en pista pueden ser de lo más abrumadores, me atrevería a decir que rondando los 4 segundos o menos en el 0 a 100 km/h.
Con el ocho cilindros apagado el Reed Speed Mustang luce de una forma especial. Cuenta con una pintura de dos tonos, como por ejemplo el azul brillante y el negro como en la fotografía, y unas ruedas enormes: llantas de aleación de 20” con unos separadores de 1.5 cm para el eje delantero y de 3 cm para el eje trasero. Su mayor anchura no descuadra con la carrocería puesto que sus paneles exteriores también han crecido.
Este síntoma exterior de aplomo se multiplica con unos nuevos frenos con pinzas de seis pistones y discos de 35.5 cm de diámetro. Todo esto y más estará disponible en diversos concesionarios Ford de Estados Unidos a partir del verano.
Vía: worldcarfans
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