Roush es el preparador por excelencia de Ford, concretamente para los Mustang. Generación tras generación ha mejorado los pony car con sus manos expertas. Bien entrado el 2009 han logrado hacerse con alguna unidad del nuevo Mustang, a partir del que han construido una de sus mejores creaciones, el Roush 427R 2010. Basado en el Mustang GT en acabado Premium equipado con el motor 4.6 V8 de 315 CV, recibe una completa actualización mecánica y una cierta diferenciación estilística de carrocería y habitáculo.
De por sí un coche muy equilibrado y en mi opinión muy atractivo, exteriomente recibe pocos aditamentos, sutíles pero efectivos. El frontal cuenta ahora con seis luces, los faros principales, las características ópticas de la calandra y dos antiniebla adicionales. La parte baja del paragolpes tiene ahora un labio de plástico oscuro y tomas de aire algo mayores. De perfil sólamente se prolongan los faldones y en la zaga se incorpora un bonito difusor – nada excesivo – y un spoiler al portón del maletero, enmarcando las ópticas.
Las llantas son específicas de Roush, de 20 pulgadas y con neumáticos Dunlop SP Sportmaxx de medidas 275/35. El ventanuco lateral se ocluye, colocando una especie de salida de ventilación decorativa sobre el mismo. Del habitáculo poco se ha tocado, el salto cualtitativo con la primera generación del Mustang ha sido impresionante y sólo se ha añadido una nueva palanca de cambios de tacto más deportivo, pedalería de aluminio, asientos de cuero Alcantara y un reloj para medir la presión del compresor.
Sí, un compresor es lo que lleva el 4.6 V8. La potencia ha crecido desde los 315 CV iniciales hasta unos muy respetables 435 equinos y un par motor de 542 Nm. El ocho cilindros también tiene una nueva línea de escape de sonido profundo y temperamental y admisión deportiva. Nuestros compañeros de Autoblog.com han tenido la oportunidad de probarlo durante una semana, y señalan que el Roush barre a los Dodge Challenger SRT8 y Chevrolet Camaro SS sin compasión alguna, con prestaciones de infarto.
De hecho, se cree que la potencia declarada por Roush está subestimada, al más puro estilo americano. Uno de los trabajos a los que Roush ha dedicado más tiempo ha sido el retoque de la suspensión y dinámica de serie. Con nuevos amortiguadores delante y detrás y una barra antivuelco trasera reforzada se consigue que apenas haya inclinación de la carrocería en curva y que el guiado sea preciso. Se temía que la suspensión fuese dura, pero por lo que parece se ha logrado un buen compromiso con el confort.
La unidad también estado dotada con discos de freno rayados de 14 pulgadas, ideales para parar la masa lanzada del Mustang, no pesa demasiado con su tonelada y media, pero los frenos de serie acusan la fatiga. El precio de este Roush 427R supera los 50.000$, que es aproximadamente lo que cuesta el Shelby GT500 en EEUU. Ahora bien, es más eficaz en curva, mientras que el Shleby ofrece más bien prestaciones puras en línea recta. A continuación la galería de imágenes en alta resolución.
Roush 427R
Vía: Autoblog
Imágenes: Drew Phillips
En Diariomotor: Ford Mustang 2010