A finales de los años 60 los códigos de estilo se alejaban de las formas redondeadas y comenzaban las formas angulosas, típicas de los superdeportivos de los años 70. Todos conocemos al fantástico Lamborghini Countach y su agresivo perfil creado por Stile Bertone, marcando un hito en el diseño de automóviles. Por aquél entonces todo fabricante de deportivos que se preciase debía hacer coches angulosos y Holden, la división australiana de General Motors, se decidió a emprender el mismo camino con el Torana GTR-X.
Las imágenes que podéis ver corresponden a un prototipo de producción que data del año 1970, el año en el que debía entrar en producción. La idea era emplear partes baratas del gigantesco aglomerado que era General Motors, tomaba gran parte de su chasis del Torana GTR XU-1, un compacto con aires deportivos basado en los Vauxhall Viva británicos. Del Torana también tomaba el motor, un seis cilindros en línea de tres litros de cilindrada capaz de producir nada menos que 160 CV a 5.200 rpm y 285 Nm a 3.300 rpm.
Ya que sólamente pesaba 1.043 kg era capaz de rozar los 210 km/h durante las pruebas, por aquél entonces una cifra asombrosa. A pesar de que sus orígenes mecánicos no eran los de un superdeportivo su carrocería estaba a la altura de los Lamborghini. Líneas extremadamente limpias, faros escamoteables y un enorme capó conformaban la estampa de este australiano, esculpida en una ligera carrocería de fibra de vidrio. Mención especial merecen las ópticas traseras, sumamente originales.
El habitáculo es clásico, con un panel de instrumentos de aluminio y multitud de relojes, así como asientos de cuero deportivos. Holden estuvo a punto de lanzar el Torana GTR-X, llegó a imprimir catálogos y a grabar un vídeo promocional, además de construir diversos prototipos. El proyecto fue cancelado en el último momento, alegando una viabilidad financiera dudosa. Sólo podemos decir que fue una pena, hubiera sido todo un icono australiano a buen seguro.
Holden Torana GTR-X
Vía: Carscoop
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