Ésto sí que es un híbrido con potencia. ¿Qué es lo que ocurre si juntamos en un Ford F-150 la fuerza de un propulsor V8 con la de una turbina de avión? Depende de la potencia de la turbina pero en general va a ser una auténtica locura. Eso es lo que hizo Chris Lentz of Jackson con su pick-up americana.
Chris tiró de mercado para conseguirse un Motorlet M-701, una turbina a reacción de los años 50 procedente de Checoslovaquia., y la colocó en la caja de la pick-up construyendo un soporte especial para soportar su empuje. En el interior construyó un panel de mandos para tener bajo control todos los parámetros del reactor, de forma totalmente independiente al control del motor de ocho cilindros y 231 CV de potencia.
La susodicha turbina tiene una potencia máxima de 2.700 CV y un empuje que a 15.500 revoluciones, a esas a las que si estás al lado te quedas sordo, entrega casi 900 kilogramos de fuerza. En diversas pruebas Chris ha comprobado que con sólo utilizar la turbina para mover el F-150 es capaz de sobrepasar el cuarto de milla a 165 km/h y de alcanzar los 225 km/h de máxima. Los 96 km/h se los ventila en 8.5 segundos, 6 menos que si acelerara con el térmico.
No es que sea apabuyante con semejante potencia en los cuartos traseros pero es más de lo que consigue por sí sólo el V8. Desde luego para picarse con alguien Chris lo tiene fácil: arranca a tope con su V8 y cuando le vayan a sobrepasar adelanta hasta el fondo la palanca de la turbina y listo. Además no le ha costado demasiado, 25.000 dólares incluyendo el F-150 de segunda mano, la turbina y los materiales necesarios.
El vídeo no contiene secuencias alocadas con este “avión de tierra” pero con él puedes sentirte a pie de pista tal cual en un aeropuerto y ver cómo acelera el F-150 como alma que lleva el diablo.
Cuando termina el vídeo da la sensación de que el F-150 va a despegar tal cual un avión comercial. No le veo yo demasiada estabilidad en el aire, sino que se lo cuentan al del famoso coche-jet suicida.
Vía: autoblog.com
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