BMW Isetta Taxi, el taxi más pequeño del mundo

Seguro que os acordáis del BMW Isetta, aquel microcoche construido a partir de la Segunda Guerra Mundial y que era reconocible porque se accedía a él a través de su frontal. En su época fue muy popular y se construyó en varios países europeos.

Pues bien el Isetta por su constitución de microcoche no era lo que se puede decir espacioso y cómodo, siempre se ha comentado que tenía una capacidad de dos plazas y media. Con esas características a casi nadie se le hubiera ocurrido transformar un Isetta en un taxi porque no sería demasiado útil. Pero sí, en este universo mundo hay alguien para cualquier cosa. En el estado de Michigan en Estados Unidos hay registrado un BMW Isetta Taxi.

Su dueño, Chuck Miller, compró hace unos años un Isetta 300 por unos 1.500 dólares. Desde aquella lo ha restaurado y cuidado con mucho mimo, convirtiéndolo en un pequeño pero elegante taxi 13 años después de su adquisición. Como él afirma no es que sea un taxi real porque no se dedica a salir con el Isetta y transportar a clientes por dinero pero sí que estaría “preparado” para ello. Actualmente lo muestra como si fuera una obra de arte e incluso sopesa venderlo como tal.

Chuck ha cuidado hasta el más mínimo de los detalles más allá del colorido amarillo exterior. El Isetta también tiene un techo desmontable de lona por si se quiere ir tomando el aire y el clásico indicador luminoso del techo donde pone SLO CAB, las siglas de algo así como “Pequeña limusina huérfana, clientes y equipajes”. Por dentro, en su reducido espacio vital, hay espacio para un taxímetro de la época aunque únicamente es un adorno.

BMW Isetta Taxi, el taxi más pequeño del mundo

El Isetta 300 era una de las versiones más accesibles y sólo contaba con un pequeño propulsor de un cilindro y 300 cc, tampoco hay mucho más espacio para el motor. Ofrecía 15 CV de potencia y 18.4 Nm de par máximo, que dadas las dimensiones del Isetta aún servía para andar más o menos ágilmente. Su velocidad máxima en buenas condiciones rondaba los 85 km/h.

Para este trabajo hubiera sido mejor el BMW 600, una especie de versión alargada y de cuatro ruedas basada en el Isetta. Ya contaba con cuatro plazas y un peso mayor pero con un motor bicilíndrico de 600 cc conseguía alcanzar los 100 km/h.