Nuestro compañero Juanma Nuevo se encuentra en Frankfurt disfrutando del Salón del Automóvil y es desde Alemania donde nos llegan sus imágenes del nuevo Bentley Mulsanne, acompañadas de multitud de datos técnicos de este leviatán del asfalto. Es el reemplazo del Bentley Arnage, una berlina de lujo orgullosamente inglesa, basada en la tradición, su nombre había permanecido inalterado durante décadas. El nuevo Bentley Mulsanne fue presentado en el Pebble Beach Concours d’Elegance hace alrededor de un mes.
Lo primero que nos llama la atención es su enorme tamaño y estampa imponente. Mide 5.56 metros de largo, 1.93 metros de ancho y 1.53 metros de altura. En su batalla de 3.26 metros cabe un Smart Fortwo sin problemas. Se sienta sobre llantas de 20 pulgadas – opcionalmente 21 pulgadas – con neumáticos de medidas 265/45 ZR 20. No se ha explicitado el peso del Bentley Mulsanne pero apostaría a que es aún más pesado que el Bentley Brooklands y sus 2.5 toneladas de peso en vacío.
Sus gigantescas dimensiones van acordes con un diseño que impone respeto a aquellos que lo ven. La gran calandra cromada preside el frontal, acompañada de dos grandes faros con tecnología LED elegantemente integrada. La interminable línea lateral conforma una cintura alta que desemboca en una zaga sobria, sin exceso alguno, rematada por dos pequeñas ópticas y dos salidas de escape ovaladas. Bentley ha apostado por cero estridencias de diseño y lo cierto es que el resultado es espectacular.
En el habitáculo tampoco hay nada que no esperásemos, el salpicadero está recubierto de madera natural. Excavados en dicha madera, los relojes de la instrumentación – con pantalla multifunción digital – y un disimulado navegador, en una disposición muy parecida a la de su rival el Rolls-Royce Phantom. El arco de madera rodea las puertas y llega hasta los asientos traseros, contribuyendo a crear una imagen clásica. Sin embargo, la tecnología está muy a la orden del día en el Bentley Mulsanne.
Todo el equipamiento imaginable es de serie y entre los asientos de cuero forrados artesanalmente o una climatización de alta potencia se encuentra un completo sistema de infotainment con disco duro de 40 GB. A dicho sistema podemos conectar nuestro teléfono móvil vía Bluetooth, podemos escuchar música, ver películas/vídeo o usar el navegador GPS. En las grandes poltronas de las dos plazas traseras hay controles que permiten su uso, además de detalles como dos pequeñas mesas de madera.
En cuanto a la potencia, el Bentley Mulsanne no se queda corto. Cuando se estaba desarrollando esta berlina de superlujo se barajaron diferentes alternativas para el grupo propulsor, llegándose incluso a considerar el 8.0 W16 quad-turbo del Bugatti Veyron. La cordura prevaleció, así como la tradición puesto que se ha seguido usando el clásico V8 twin-turbo de aluminio cuyo origen data de los años 50. Su cilindrada es de 6¾ litros, de nuevo un valor clásico que gracias a los dos turbocompresores extrae 512 CV de potencia.
Dicha cifra es impresionante por sí sola, pero el par motor de 1.020 Nm que la acompaña es aún más sobrecogedor. Se entrega a sólamente 1.800 rpm, la línea roja está a 4.500 rpm. Los ingenieros de Bentley han querido que la experiencia de conducción sea placentera y que en todo momento tengamos disponibles grandes reservas de fuerza. La entrega de potencia se efectúa exclusivamente al tren trasero a través de una caja automática de 8 velocidades desarrollada por ZF, con posibilidad de accionamiento “manual” mediante unas levas.
El conductor/chófer tiene a su disposición el sistema Driving Dynamics Control, que permite ajustar la electrónica del coche al gusto del estilo de conducción. Desde luego, el Mulsanne puede rodar como un superdeportivo, pero se disfruta a velocidades de crucero gracias a la nueva suspensión de aire con amortiguación electrónica constante. En todo momento se monitoriza la suspensión para que las vibraciones en el habitáculo sean mínimas y tengamos esa sensación de “alfombra voladora”.
En cuanto a los consumos y a las prestaciones, de los primeros sólo sabemos que son un 15% inferiores a los del Arnage – alrededor de 16 l/100 km – y que las segundas son más que suficientes. A continuación la galería de imágenes de Frankfurt y la galería oficial publicada por Bentley.
Bentley Mulsanne en Frankfurt 2009
Bentley Mulsanne
En Diariomotor: Bentley Mulsanne 2010