Se repite la historia, una escudería sale inmune después de ser declarada culpable de uno de los escándalos más grandes de los últimos tiempos, con lo que se pone fin al famoso crashgate. Los hechos que ocurrieron durante el Gran Premio de Singapur de 2008 han sido investigados por la FIA y la escudería gala ha sido declarada culpable y condenada a dos años de expulsión, condena que no cumplirá en un principio.
La conspiración llevada a cabo por Flavio Briatore, Pat Symonds y Nelson Piquet, que culminaría en un accidente del último con la finalidad de favorecer al piloto español Fernando Alonso ha sido analizada tanto por Renault en una investigación interna y por la FIA y las siguientes medidas han sido tomadas. En caso de que aparezcan irregularidades en el comportamiento de Renault durante los próximos dos años la escudería será expulsada del mundial durante dos temporadas, además el equipo correrá con los gastos de toda la investigación.
Flavio Briatore ha sido expulsado de forma vitalicia, no sólo de la Fórmula 1, sino de cualquier competición o evento organizada por la FIA. También se le ha retirado el permiso a acceder a cualquier área bajo la jurisdicción de la FIA y cualquier piloto representado por el italiano o una empresa del mismo verá revocada su superlicencia. Más suerte ha tenido Pat Symonds, que sólo será apartado durante el periodo de cinco años.
Nelson Piquet recibe inmunidad por su colaboración con el tribunal de la FIA y por descubrir este escabroso incidente y colaborar con pruebas. En lo tocante al otro piloto oficial de Renault, Fernando Alonso, ha sido declarado inocente y se ha llegado a la conclusión de que ignoraba todo el proceso conspiratorio anteriormente mencionado.
Todo termina así con un tirón de orejas para Renault, ignorando el artículo 123 del código deportivo internacional, mediante el cual el equipo sería responsable de las acciones de sus empleados. Está de sobra decir que durante estos dos próximos años Renault será la escudería más legal del universo conocido, por la cuenta que le tiene, librándose así de la expulsión que sin duda merecía. No obstante la FIA ha decidido que admitir la culpa de sus acciones compensa el peligro que sufrieron el piloto, jueces, público y el resto de la parrilla de pilotos durante el accidente.
Vía: FIA
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