Al Nissan GT-R le queda bastante bien el vestido de negro, le da un aire más misterioso fuerte que el que ya tiene de por sí. El preparador AVUS Performance ha aprovechado las peculiaridades del superdeportivo nipón para hacerlo brillar más. ¿Cómo? Pues con pintura en negro mate.
El maquillaje en negro mate alcanza a cada uno de los ángulos por los que se pone el sol en el GT-R e incluso llega hasta las llantas, con un pintado especial por ser una zona peculiarmente “delicada”. AVUS Performance prefiere obviar el típico trabajo de preparar los faldones o parachoques y se centra en otros aspectos singulares como la suspensión deportiva o los separadores para las ruedas.
En lugar de los 485 CV que ofrece la última versión del Nissan GT-R, AVUS Performance toca centralita y escape para aumentar esa potencia hasta los 580 CV. Es un salto perfectamente soportable por el V6 biturbo, Hennessey tiene ya un GT-R de 715 CV. También sabemos que su transmisión tiene un límite.
La broma de girar para adelante la rueda de la potencia es de unos 1.900 euros si contamos la repro y de 1.000 euros más si contamos con el nuevo escape. Lo más caro es la pintura mate para la carrocería y para las llantas, 2.500 más 1.000 euros, o el nuevo reglaje de suspensiones por 1.300 euros.
No es la primera vez que AVUS “abusa” del negro mate para pintar sus preparaciones, sólo hay que recordar su propia versión del Audi A5. Las comparaciones son odiosas y a uno le queda más apropiado que a otro.
AVUS Performance Nissan GT-R
Vía: motorpasión
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