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Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba, primera parte

El Mazda 6 es una berlina de cinco plazas que se vende en nuestro país en tres carrocerías diferentes: sedán de cuatro puertas, sedán de cinco puertas o familiar de cinco puertas. Recientemente he tenido la oportunidad de hacerle una prueba exhaustiva a uno de los modelos más interesantes: Mazda 6 2.2 CRTD de 163 CV de cinco puertas con acabado Sportive y numerosos extras.

¿Por qué es atractiva? Porque estamos ante un modelo con un diseño nuevo y alegre, con una carrocería de cinco puertas que se antoja como la más práctica para la mayoría (si exceptuamos para carga la familiar) y porque cuenta con uno de los motores más interesantes del mercado: es diésel, tiene mucha fuerza y ofrece unos consumos muy contenidos considerando todos los factores. Lo primero que vamos a hacer es pegarle un repaso a su diseño y habitabilidad para, posteriormente, analizar el equipamiento por un lado y la dinámica por otro, incluyendo todos sus datos técnicos.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Diseño

Exterior

Esta berlina de cinco puertas tiene unas dimensiones de 4.74 metros de longitud, 1.8 metros de ancho y 1.44 metros de altura. Son valores que confinan como una berlina amplia y a la vez no especialmente alta, lo que confirma un cierto aire de elegancia como la que se busca en un coupé. La renovación que Mazda le practicó hace unos años permanece inalterada con rasgos de diseño muy propios y que resulta complicado ver en otras marcas.

Hay que reconocer que el Mazda 6 tiene unas líneas suaves a pesar del aspecto “deportivo” que pueda evocar. Su imagen de conjunto sólo se ve alterada por los amplios retrovisores o por el techo solar una vez está desplegado en diagonal porque el resto permanece bien formado como un todo. Su diseño en el frontal es de lo más llamativo pues conjuga la sencillez de su calandra con las originales formas en las que integra las luces antiniebla o el brillo de las ópticas traseras.

El acabado Sportive regala entre otras cosas unos parachoques diferenciados y con más dimensiones, además de unas llantas de aleación de 18” que sirven para afianzar esa buena imagen. Definitivamente no es la más muscular de las berlinas pero dado que estamos hablando de un modelo medio de gama (y no del Mazda 6 MPS) cumple con una buena función.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Interior

El diseño del interior del Mazda 6, con el acabado Sportive que estamos analizando, está cargado fuertemente de detalles de confort y ciertos aspectos deportivos. Nada es arriesgado en el interior de la berlina y sus elementos tratan de ser planos y confortables.

Los plásticos abundan para decorar por ejemplo la rueda de dirección o parte de las inserciones, aunque con distintos colores se produce un efecto de mayor calidad. Los acabados de las puertas son de calidad aunque de nuevo los plásticos roban gran parte del espacio y de igual manera ocurre con las diferentes botoneras disponibles en el volante, las puertas o en la consola central.

El diseño general en la parte delantera implica una importante atención hacia el conductor a pesar de que se deja un buen lugar para el acompañante. La instrumentación es clara y su iluminación es principalmente en color naranja sobre rojo, sobre todo en los displays del cockpit y en el central entre los que se centraliza el control del conductor. Sin duda el cockpit es uno de los aspectos más trabajados y su juego de colores e iluminación lo hacen todavía más elegante.

Fuera del salpicadero plano y suavizado es importante hablar de la bitonalidad de colores entre el negro del tapizado de los asientos y de las puertas o el salpicadero y el color beige que reina en el techo. De todos ellos los aspectos más deportivos se centran en el acabado de cuero presente en el volante de tres radios multifunción, en el pomo del cambio y en la palanca del freno de mano.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Habitabilidad

Espacio y confort de los pasajeros

La distancia entre ejes en el Mazda 6 es de 2.73 metros, lo que a priori supone que el interior tenga una buena amplitud. Así es, el Mazda 6 de cinco puertas mantiene unos buenos espacios más que suficientes para los pasajeros. El conductor, por ejemplo, puede moverse longitudinalmente para adaptarse bien a los mandos sin que se pierda un espacio razonable para el pasajero que se encuentra detrás de él. Sólo si sobrepasa los 1.8 metros de largo y va muy pegado rozará con la rodilla en el túnel central.

La medida para el acompañante es muy similar y ni en las posiciones más cercanas sobra sitio al menos que sobrepases los 1.9 metros de alto. En las otras dos dimensiones, anchura y altura, no existe tampoco ningún problema para desenvolverse a excepción de un pequeño detalle: con el asiento deportivo de cuero tanto conductor como acompañante se pueden encontrar, si son anchos, con el túnel central excesivamente cerca lo que pueda resultar un tanto incómodo.

En caso del conductor los mandos están perfectamente a mano y no es necesario hacer esfuerzos para llegar a ninguno de ellos, incluso si hablamos de los situados más a la derecha de la consola central. Para el acompañante tomar el control de aspectos como el climatizador o el propio navegador resulta igualmente sencillo aunque en el primer caso es necesario librarse a veces de la palanca de cambios.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Uno de los aspectos esenciales de un modelo sedán de estas dimensiones es la comodidad de los tres pasajeros traseros, en las tres dimensiones. Para ellos la distancia con los asientos delanteros es más que suficiente para garantizar una comodidad correcta aunque no se puedan extender los pies demasiado. De los tres puestos el central es claramente el menos cómodo, no tiene un respaldo como el de los asientos laterales y se sitúa un poco más elevado.

Es incómodo por este aspecto y por el hecho de que el espacio para las piernas no es plano, como en la mayoría de estos coches. Con tres ocupantes adultos el espacio en anchura es suficiente pero sin excesos y el único problema importante es que en las curvas el pasajero central tiende a desplazarse con la consiguiente molestia que supone para los otros dos ocupantes.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Techo solar

Uno de los atractivos más interesante de este Mazda 6 es que tiene techo solar eléctrico. Es el techo solar de toda la vida, centrado sobre el medio de las plazas delanteras. Como es habitual cuenta con una bandejar superior deslizante a mano para tapar completamente el interior, protegiendo de miradas desde arriba y de los rayos del sol. El cristal del techo eléctrico está tintado en parte también para interponerse al paso de ciertos rayos solares.

Tiene un accionamiento eléctrico muy cómodo, con dos botones. Uno de ellos controla la apertura total, moviéndose el techo por dentro hacia la parte trasera del vehículo y dejando el hueco totalmente abierto. La otra apertura eleva la placa del techo sobre el Mazda 6 posicionándose en diagonal. En ambos casos la clausura, es decir la vuelta al estado de cerrado, se hace con una sola pulsación del botón y en muy pocos segundos.

Al margen de su funcionamiento el techo solar favorece la luminosidad del interior y en muchos casos la climatización natural si hace mucho sol. Tiene algunas desventajas porque con el techo retirado completamente produce bastante ruido, no tanto cuando se deja en diagonal fuera de vehículo. Las dimensiones del hueco permiten a prácticamente cualquiera incorporarse sobre él para acceder al techo.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

Maletero y carga

Hay dos aspectos vitales a tener en cuenta en cuanto a la carga del Mazda 6 de cinco puertas: el portón y la expansión hacia el interior del maletero. La puerta del maletero es de lo más cómodo gracias a dos aspectos fundamentales, la poca fuerza que hay que hacer para levantarlo y el hecho de que se abra a través de un botón eléctrico. También tiene un factor importante que es el autocierre: si apoyas el portón o lo cierras correctamente, automáticamente se ajusta para quedar perfectamente bloqueado.

Sin embargo para cerrarlo aparecen más complicado, no hay maneta externa para tirar de él hacia abajo y si utilizas la asidera interior debes de hacer bastante fuerza para llegar al punto en el que cae solo. De todas formas la ventaja del portón es que ocupa bastante parte de la anchura del vehículo y permite que la boca de entrada de carga sea muy ancha. La altura a la que queda la boca es correcta pero hay que andarse con cuidado a la hora de bultos pesados para no tropezar y rasgar la pintura.

El interior del maletero está bien aprovechado aunque pobremente iluminado, una de las pocas desventajas. Con los utensilios de repuesto, herramientas y demás bajo la superficie del mismo el maletero está ligeramente inclinado. No supone ningún problema porque se puede aplanar con la propia carga sin ningún problema. El tradicional problema para objetos voluminosos en estos maleteros es el del arco de rueda que suele restar espacio o poner impedimentos a su colocación. En el caso del Mazda 6 éstos se encuentran prácticamente donde pivotan los asientos.

Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba

En total son unos 510 litros de volumen que tiene el maletero con los asientos en posición normal y con la bandeja puesta, la cual se puede quitar fácilmente sin ningún problema. Si necesitamos algo más de espacio los asientos traseros se pueden abatir. La butaca que conforma los tres asientos está dividido en dos partes que puedan tumbarse de forma independiente, simplemente con un sencillo pulsador. Éste muestra claramente una banda roja en el caso en el que el enganche no esté fijado o esté abatido.

Abatiendo toda la segunda fila se obtiene una superficie prácticamente plana que alcanza desde la boca del maletero a la parte trasera de los asientos de la primera fila. En esta situación y con el máximo aprovechamiento se podrían rellenar hasta 1.702 litros. Hay algún inconveniente como que hay que desplazar los cinturones hacia las puertas para poder introducir objetos a los lados y alguna ventaja interesante como que la parte posterior de estos asientos tienen un tirador para volverlos fácilmente a su situación original.

En la segunda parte le daremos un buen repaso al equipamiento más interesante del Mazda 6. Para la tercera parte dejamos la dinámica y un pequeño análisis de los competidores.

  • Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba, segunda parte
  • Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba, tercera parte
  • Mazda 6 2.5 Sportive, miniprueba (I)
  • Mazda 6 2.5 Sportive, miniprueba (II)
  • Prueba del Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive

    En Diariomotor: Mazda 6 2008 | Mazda6 2.2 DE 163 CV Active contra Honda Accord 2.2 i-DTEC 150 CV Elegance | Mazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba, segunda parteMazda 6 2.2 DE de 163 CV Sportive a prueba, tercera parte

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    Óscar Miguel

    Desde pequeño me han gustado los coches y desde un poco más mayor la informática. Aunque estudié lo segundo, en 2005 arranqué el proyecto de Diariomotor. Seguir leyendo...

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