Tal vez muchos piensen que la producción mundial de hidrógeno es tan exigua que apenas da para alimentar a un puñado de prototipos llenos de pegatinas que ciculan por perdidas carreteras y pendientes de no alejarse demasiado de su punto de reabastecimiento. Sin embargo, las cifras que publica el Hydrogen Analysis Resource Center muestran un panorama bastante distinto: la producción mundial de hidrógeno en 2008 alcanzó los 13 billones de pies cúbicos standard (13.000.000.000.000 SCF – Standard Cubic Feet).
¿Cuales son las principales compañías productoras de hidrógeno? Pues empresas como Air Liquide, Praxair, Linde, Air Products, y alguna más como Shell, Chevron, BP, ConocoPhillips, ExxonMobil, etc. Les suenan, ¿verdad?
Uno se pregunta para qué se emplea toda esta producción industrial de hidrógeno. Cerca de la mitad sirve para obtener amoniaco con el que fabricar fertilizantes, mediante el proceso de Haber-Bosch. El resto se emplea, casi en su totalidad, en el refinado del petróleo (hydrocracking) para partir las largas cadenas de hidrocarburos en fracciones más ligeras y así obtener los codiciados combustibles líquidos que se usan en automoción. Queda claro, pues, porqué se le llama “hidrógeno de refinería”. Un producto en el que, por cierto, España es la tercera potencia mundial, solo superada por Estados Unidos y Corea del Sur, con una capacidad de producción para este año de 341 millones de SCF por día.
Ahora hagamos un ejercicio de imaginación en el que todo ese hidrógeno se destinara a abastecer a vehículos propulsados por pila de combustible. Antes de nada, convendría tener en cuenta que, según los expertos, 415,6 SCF equivalen a 1 kg. Tiramos de calculadora y vemos que esos 13 billones de SCF son, en números redondos, más de 30 millones de toneladas de hidrógeno.
Suponiendo que para llenar completamente el depósito de un coche de hidrógeno hacen falta en torno a 5 kg. (el Honda FCX Clarity, por ejemplo, tiene un depósito con capacidad para 4,1 kg. que le otorgan una autonomía de más de 400 km.) podemos llegar a la conclusión de que el hidrógeno producido en todo el mundo en 2008 hubiera permitido realizar unos 6.000 millones de repostajes.
Para no liarnos mucho con los cálculos, consideremos una media de un repostaje completo a la semana por coche (que nos daría un kilometraje anual de unos 20.000 km.). Obtenemos que durante 2008 podrían haber circulado por las carreteras del planeta cerca de 120 millones de turismos alimentados exclusivamente con hidrógeno. Incluso si dejásemos en paz a los productores de fertilizantes, estaríamos hablando de casi 60 millones de vehículos (alrededor del 10 % del parque mundial de turismos, que ahora rondará los 600 millones).
Por desgracia, en la actualidad casi la mitad del hidrógeno se obtiene del gas natural, el 30% del petróleo, y el 18% del carbón; es lo que se ha dado en llamar “hidrógeno negro”. La electrólisis del agua apenas representa el 5% del total. Y si la electricidad empleada no se obtiene de energías renovables tampoco se puede hablar de “hidrógeno verde”.
Vía: Hydrogen Analysis Resource Center
Fotos plantas de hidrógeno: Linde Group
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