Dicen las estadísticas que la mayoría de coches todoterreno (y asimilados) que se compran apenas pisan el campo. Solo unos pocos afortunados pueden permitirse el lujo de poseer un segundo coche (esta vez un auténtico TT) y reservarlo exclusivamente para sus salidas camperas.
Pero si el presupuesto no da para tanto, puede haber otra solución: un 4×4 a escala manejado por radiocontrol. Y no estamos hablando de los típicos coches de juguete que suelen traer los reyes magos, sino de auténticos coches de competición reformados a veces hasta límites insospechados para convertirse en auténticos devoradores de rocas. Rock Crawlers a tamaño bolsillo.
Suspensiones adaptadas, neumáticos y llantas especiales, diferenciales, palieres reforzados,… muchas horas de mecánica en miniatura para dar lo mejor de sí en los terrenos más duros. Suelen montar dos motores eléctricos (uno por eje) ya que se prestan mejor al TT extremo que los de explosión, más aptos para la velocidad. Lo mejor es verlos en acción, en estos dos vídeos que os dejo a continuación de una competición celebrada este verano en Little Rock City, Alabama.
La verdad es que esto tiene pinta de ser un hobby realmente divertido. Vale que está muy lejos de las sensaciones que se tienen en un todo terreno de verdad, pero al menos no está en juego tu integridad física.
Vía: scale4×4rc.org
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